La lucha contra la termoeléctrica en Huexca, que inició con un plantón en la entrada a la localidad perteneciente a Yecapixtla, fue intensa durante más de una década, pero hoy los habitantes están alejados de las dos protestas contra su instalación, frente a la central de ciclo combinado y en las oficinas de la Asociación de Usuarios del Río Cuautla (Asurco).
Teresa Castellanos, portavoz del movimiento Huexca en Resistencia e integrante del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Morelos, Puebla y Tlaxcala (FPDTA-MPT), explicó que la comunidad optó por alejarse cuando el movimiento detectó la presencia de intereses ajenos a los originales:
“Nosotros seguimos participando. No nos hemos desarticulado con los vecinos, seguimos ahí, pero hay una simulación de esta gente que está en los plantones", asegura Castellanos.
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Según Castellanos, no se trata de un verdadero alejamiento de la causa, sino de un cambio de estrategia. Asegura que muchas personas que aparecen en los plantones no pertenecen realmente a las comunidades de la región ni se identifican con la lucha auténtica de los ejidatarios.
"No hay gente que sea parte de los ejidos, sino que es gente de fuera que viene a hacer su trabajo, su apoyo, pero entre ellos", señala.
Un aspecto preocupante que destaca la activista es que algunos individuos podrían estar aprovechándose de esta lucha por intereses propios. “Vino gente de la UNAM y es gente que se quiere agarrar de una lucha que nos ha costado más de 11 años, pero gente de Huexca no está con ellos", afirma.
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La lucha contra la termoeléctrica en Huexca es un tema de amplio debate y resistencia durante años, enfrentando a la comunidad local contra intereses gubernamentales y corporativos. El plantón actual frente a la termoeléctrica fue instalado a fines de 2020, presentado como un movimiento de los pueblos morelenses, tras el desalojo del plantón de San Pedro Apatlaco que impedía la conexión de la termoeléctrica con la planta tratadora de aguas residuales de Cuautla. En respuesta al desalojo, los ejidatarios ayalenses también tomaron las oficinas de Asurco, pero en los últimos años la presencia de campesinos en dichas protestas ha sido cada vez menor.
Mientras algunos participantes externos podrían estar buscando capitalizar la lucha por intereses personales, Castellanos sostiene que los habitantes de Huexca siguen firmes en la defensa del territorio, aunque su estrategia y participación hayan variado con el tiempo.
"No participamos en los eventos que ellos organizan porque no tenemos el mismo pensamiento".
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