Alrededor de 60 haitianos están viviendo temporalmente en el Instituto Nacional de Migración (INM) de Morelos, ubicado en la avenida San Diego de la colonia Vista Hermosa, en una de las zonas con mayor plusvalía en Cuernavaca.
Tienen varios días llegando en camionetas tipo Van del INM a partir de las 8:00 horas. Primero les dan de comer en charolas de unicel que contienen sopa, guisado y pan, luego los dejan ir a cualquier parte y por las noches les permiten dormir en la azotea del lugar o en hoteles.
El personal del INM traslada a los centroamericanos de forma sigilosa, pues comienzan la movilización de los indocumentados desde las 6:00 horas, como si estuvieran tratando de no ser observados por la ciudadanía.
Entre los haitianos que buscan el sueño americano se encuentran mayormente jóvenes y unos cuantos niños, cuyas edades van de los dos hasta los 11 años, quienes sin saber el motivo del por qué se encuentran ahí, siguen a sus padres todo el tiempo.
La gran mayoría de ellos no habla español, solamente saben pronunciar algunas frases o palabras. No llevan dinero y tienen la esperanza de que el INM concluya los trámites necesarios para que puedan seguir su camino hacia el norte.
Algunos aseguran que dejaron su país hace años por la inseguridad, la pobreza y el hambre. Uno de ellos, quien prefirió no dar su nombre, dijo que decidió emigrar de Haití en 2017 y su primer destino fue Chile, en donde vivió hasta hace unos meses cuando comenzó su travesía.
Con él viaja su esposa y su pequeño hijo de dos años, llevan en una mochila todo su patrimonio y siempre están juntos. Él afirmó que sus otro paisanos sufrieron lo mismo, inseguridad, falta de empleo y oportunidades para tener una vida digna.
“No habló mucho español, nosotros venimos de Chile, salimos de Haití en 2017 y ellos vienen de Brasil”, aseguró con un tono pasivo, esperando que su situación cambie cuando el trámite en el INM concluya y ellos puedan continuar hacia Estados Unidos.
La mayoría de estos 60 haitianos fueron detenidos por autoridades mexicanas en la frontera o en algunos estados del país y fueron enviados a diferentes entidades mientras se concluye un trámite con el que aseguran podrán continuar su trayecto.
Sin embargo, mientras permanecen en Cuernavaca, algunos aprovechan para ganarse un poco de dinero, ya sea pidiendo ayuda o consiguiendo algunos “trabajos”. Pero una fuente cercana al INM afirmó que la situación en la que se encuentran no es la mejor, pues no están vacunados contra la Covid-19.
Tampoco se sabe si el gobierno mexicano les proporcionará algunas dosis contra esa enfermedad, pues por ejemplo, en Morelos aún no concluye la vacunación y muchos sectores están todavía a la espera de la inmunización.
Ramón Castro, obispo de Cuernavaca y nuevo secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano, aseguró sobre el tema que la iglesia mantiene su preocupación por el trato a los migrantes y la falta de políticas públicas para atenderlos.
“Hemos manifestado ante la presidencia, porque vemos el dolor y eso nos hiere, son derechos fundamentales que no han sido atendidos y esperamos una respuesta oficial también”, comentó.
Por ahora, algunos de los haitianos están buscando obtener dinero y no se conoce si pudieran tener las intenciones de quedarse en México y particularmente en Morelos.
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