Aunque le llaman carnaval, es una celebración muy distinta al resto, durante esta temporada en la tierra zapatista, los chinelos le danzan a su santo patrono y es la propia comunidad la que contribuye económicamente para que los eventos sean posibles. Este año, el carnaval de Anenecuilco cumplirá 89 de historia.
"Este año se celebran 89 de que llegara por primera vez una comparsa de Chinelos de Yautepec para danzarle al Cristo de Anenecuilco, y desde ahí a la fecha se ha convertido en una de las celebraciones más grandes de la comunidad, que ha estado viva generación tras generación", refiere Pablo Molina, habitante de la localidad.
Año con año, se celebra del 30 de marzo al 2 de abril, gracias a las contribuciones de los propios pobladores, quienes asumen hasta el 80 por ciento del presupuesto total, con un apoyo restante por parte del ayuntamiento. Por su parte, el comité carnavalero, integrado por 26 pobladores, presume que el suyo es uno de los más grandes de la región oriente, sin que su sede sea la cabecera municipal, como ocurre en lugares como Yautepec, Tlayacapan y Tepoztlán.
"Este año esperamos recibir 20 mil personas en un solo día", agrega el comité.
Asociado a la cuaresma, los verdaderos carnavales tienen lugar antes de este periodo del año, que inicia con el miércoles de ceniza, en el que se suprimen todas las actividades lúdicas. En Anenecuilco, los pobladores veneran al Cristo de Anenecuilco, su santo patrono, el quinto viernes de cuaresma, por lo que su carnaval es una fiesta patronal.
Sus orígenes se remontan a hace nueve décadas, cuando una comparsa de chinelos de Yautepec llegó a bailarle al patrono de la localidad.
"Hoy seguimos danzándole a nuestro santo patrono", señalan los pobladores.
Este 2023, el comité organizador prevé la participación de 14 comparsas. Antes de la gran fiesta, el comité realizará un precarnaval, cuya fecha está programada para el próximo 18 de marzo.
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