No hay nada que no pueda hacerse con lana de borrego. Al menos, nada que sea de uso personal. En Hueyapan, el grupo artesanal "Tonaltzintle", conformado por mujeres de esta comunidad indígena, no sólo se ha vuelto experto en dar forma a gabanes y rebozos, prendas típicas para protegerse del frío a las faldas del Popocatépetl, sino a nuevos artículos que poco a poco han ido ganándose su propio terreno.
Tonaltzintle
De acuerdo con Virginia Sardiñas, integrante del colectivo artesanal, el grupo "Tonaltzintle" ("sol naciente" en náhuatl) nació hace dos años con la simple idea de tejer gabanes y rebozos, tal como hacen muchas mujeres en Hueyapan. Sin embargo, poco a poco fueron alimentando las ideas que tenían de empezar a producir nuevas artesanías. Empezaron con las pantuflas.
Hubo muchas cosas que luego se nos fueron ocurriendo hacer, que ni siquiera sabemos que sí se podían y nosotras a veces lo inventamos, por decirlo así; también a veces nos guiamos por otras prendas, hechas con otros materiales, y veíamos que se verían bien combinando los colores en lana, que es lo que nosotros trabajamos
María Isabel Zavala, otra integrante del grupo
Tierra de tejedoras
Las tejedoras de Hueyapan han existido desde siempre. A las faldas del volcán Popocatépetl, en una de las regiones más frías de Morelos, los pobladores tuvieron que encontrar una forma de resistir las bajas temperaturas, que permanecen en las calles incluso cuando el sol se deja ver.
Aunque sin apoyo del gobierno, el grupo "Tonaltzintle" ha buscado llevar sus productos a otras partes del estado, esperando que sus creaciones sean del gusto de la gente que vive en tierras distintas.