Como cada año, comerciantes se preparan con la elaboración de cruces de pericón debido a que cada 28 de septiembre los creyentes las ponen en las puertas de sus casas, ya que señalan que es un forma de protección de la liberación del demonio. Los vendedores consideran que cada vez dicha flor se va vendiendo menos.
Trinidad Hernández, comerciante del mercado Hermenegildo Galeana, señaló que debido a que las lluvias tardaron en llegar, no se ha visto tanta flor de pericón como otros años, por lo que para este año tuvieron que salir a recorrer el campo tanto de Atlatlahucan y Yecapixtla para poder traer esta flor y hacer así las cruces que están en cinco pesos la pequeña o el ramo está en 10 pesos.
“Desde ayer empezamos a traer ya la flor y armar las cruces, pero la venta fuerte será hasta el lunes 27 y martes 28 de septiembre, ya que mucha gente se espera a que ya sea casi el día para colocar sus cruces, lo que sí, es que cada año las ventas van bajando porque la gente deja de tener esas creencias, pero este martes podremos saber cómo nos fue”, explicó la comerciante, quien dice viene de los Altos de Morelos a ofertar los productos de campo.
La mayoría de quienes venden este producto son mujeres, algunas desde que eran pequeñas y con sus familias salen al campo a buscar y cortar esta flor previo al 28 de septiembre.
De acuerdo a la vendedora, una pequeña cruz elaborada de esta flor tiene la fuerza y poder para ahuyentar al diablo de los hogares, carros, sembradíos o negocios, pues por décadas se le han atribuido muchos poderes de protección.
La flor se da de manera natural en los campos del país durante la temporada de lluvias, siempre en las mismas fechas previo a los últimos días de septiembre.
Las personas acuden a estos lugares para cortarla, juntarla en grandes y pesados manojos y trasladarlas a las zonas urbanas de los municipios para después arman las cruces y los manojos.
Leyenda de la Flor de Pericón
La leyenda de la flor de pericón, también conocida como "Yauhtli", viene desde los Tlahuicas, quienes la usaban para ofrendar a Xilonen, la Diosa del maíz tierno, debido a que nacía al mismo tiempo que la milpa, cuando ésta daba sus elotes ya era tiempo de colocar la flor de pericón en forma de la rosa de los vientos para evitar la furia de Echecatl, Dios del viento, quien se creía desataba su maldad sobre los pueblos la madrugada del 29 de Septiembre.
A la llegada de los Españoles y la mezcla de las dos culturas, la rosa de los vientos pasó a ser la cruz de pericón que actualmente conocemos. Misma que se coloca en las casas, cultivos, huertas, puertas, ventanas, vehículos, entre otros, para ahuyentar al demonio y evitar la destrucción, ya que se relata que la madrugada del 29 de septiembre, Lucifer y el arcángel San Miguel tienen una batalla en donde el diablo desata su furia y se introduce en los cultivos de maíz, trayendo como consecuencia la destrucción de algunas milpas.
Al amanecer, el demonio es encadenado por el arcángel y arrojado al infierno, y es por ello que se celebra al a San Miguel durante el día, ya que el bien siempre triunfa sobre el mal.
➡️ ¿Ya recibes las noticias en WhatsApp? ¡ES GRATIS!
Únete a nuestro canal de YouTube
➡️ Recibe la información relevante en tu correo a través del Newsletter