A pesar de que todavía no hay claridad en el homicidio del ambientalista, fotógrafo y recolector Rodrigo Morales Vázquez, cometido el jueves pasado en Cuernavaca, sus amigos y familiares solicitaron que el crimen no quede impune.
Este lunes se reunieron en el lugar exacto en donde civiles armados le dispararon aquella noche; ahí, Minerva Ordoñez hizo un ritual para que el alma de su amigo descanse en paz.
“Él nos dio muchas enseñanzas, él era muy comprometido con la gente, hizo mucho por la ecología y el medio ambiente. Era nuestro amigo y aunque no lo veíamos tan seguido sabíamos que ahí estaba. De hecho aquí sigue; su energía y sus enseñanzas van a seguir”, dijo entre lágrimas.
Para ella, pedir justicia en el asesinato de su compañero no solo significa que se resuelva el caso, sino que se disminuyan los asesinatos que cada vez son más en nuestra sociedad.
Mientras tanto, su hijo, Luis Andrés Morales Aguilar, aseguró que para su familia el crimen de su padre no está relacionado a su actividad como ambientalista, a pesar de que durante años trabajó por la conservación del medio ambiente.
“Sinceramente no sabría decir por qué lo mataron, hay muchas especulaciones y yo creo que eso le corresponde a las autoridades, que ojalá nos den resultados, porque para eso estamos aquí. No sabríamos decir si fue un asalto al haberle quitado el celular y la cartera”.
Luis recordó a su padre como un hombre dedicado y comprometido con el medio ambiente.
“Teníamos un centro de acopio aquí en Chamilpa para el reciclaje y la reutilización de aparatos. Durante años fue activista, trabajó en el Salto, en Loma de Mejía y abrió varios centros de acopio, uno en Lomas de Ahuatlán, otro en Subida a Chalma y el último fue aquí en Chamilpa”.
Minutos más tarde todos salieron en marcha por avenida Universidad bloqueando el carril con sentido a Buena Vista. Después llegaron a avenida Emiliano Zapata en donde siguieron su camino hasta la Fiscalía General del Estado (FGE).
El asesinato de Rodrigo ocurrió en una de las zonas en donde era bastante conocido, pues fue justamente en avenida Universidad fue donde hace poco tiempo tuvo un comercio.
“Mi papá tuvo un negocio aquí en avenida Universidad, la cafetería y acopio que puso fue aquí, los vecinos lo conocían”, dijo Luís, quien confió que con las cámaras de videovigilancia que se encuentran en esa zona, el homicidio pueda ser resuelto.
Como se recordará fue la noche del jueves pasado cuando, cuando Rodrigo llegó hasta ese lugar en una moto para comprarse unos esquites que luego se comió sentado en la banqueta.
En ese momento, alrededor de las 22:00 horas dos civiles armados se aceraron a él y le dispararon en siete ocasiones para después escapar, de acuerdo con los primeros informes de la Policía.