Cuando estudiaba la preparatoria, Joel López Escobar, un joven que tiene que desplazarse en silla de ruedas debido al melomeningocele que lo acompaña desde su nacimiento, obligó a los directivos del Conalep de Cuautla a colocar rampas para facilitar su desplazamiento, ya que el plantel no contaba con infraestructura adecuada para personas como él.
Actualmente, el Instituto Tecnológico de Cuautla (ITC), el lugar donde estudia su Ingeniería en Sistemas, tiene rampas y elevadores sólo para Joel .
A sus 20 años, Joel López Escobar es el único estudiante en silla de ruedas dentro del ITC.
Este joven, habitante de Cuautla, cursa el tercer semestre de la Ingeniería en Sistemas, una de las seis carreras que ofrece el plantel, donde ha encontrado no sólo una oportunidad de crecer profesionalmente, sino también amigos y maestros para quienes su presencia en la escuela no representa algo extraordinario.
Aquí he hecho amigos que me apoyan completamente, así como mis hermanos, mis padres y toda mi familia
Lo acompañan Erick y Jetziel, con quienes hizo amistad desde que llegó a la escuela. Con ellos bromea entre las preguntas y las respuestas.
Estudiar en silla de ruedas
Cuautla no es una ciudad que piense demasiado en personas como Joel, por lo menos en las escuelas de nivel básico y medio superior. De acuerdo con José Manuel Saldaña Andreu, de la Asociación para el Desarrollo Productivo A.C. (Adepac), hay escuelas que cuentan con rampas de acceso para los potenciales estudiantes que puedan ir a clases usando una silla de ruedas, cuyo escenario se complica al momento de utilizar los baños, ya que éstos no cuentan con las condiciones necesarias.
Ponen una rampa en la entrada y ya
Saldaña Andreu
El trayecto de Joel López para llegar al ITC no fue sencillo, pero lo cierto es que en el plantel ha encontrado las condiciones adecuadas: las instalaciones no sólo cuentan con rampas de acceso, sino también con elevadores.
Tenemos los elevadores, aunque, en caso de tener estudiantes con discapacidad motriz, preferimos trasladar a todo el grupo a la planta baja
Ana Alday Chávez, directora del instituto