La fotografía que capturó un llamativo destello en el Iztaccíhuatl, y que se hizo viral en las redes la mañana de este miércoles, provocó que los ciudadanos volvieran a prestarle atención a la eterna acompañante del Popocatépetl, cuya actividad no sólo ha sido constante desde la década de 1990, sino que ha llegado a causar preocupación y alerta tanto en el gobierno como en los ciudadanos de al menos tres estados del país.
La mujer dormida
Durante siglos, el Iztaccíhuatl ha sido protagonista de un gran número de expresiones artísticas y literarias en torno a su figura: desde el Valle de México, la montaña asemeja a una mujer dormida. Esta concepción visual ha escalado a tal grado en el imaginario colectivo que los nombres de sus picos son conocidos por la parte del cuerpo que asemejan: el pico más alto, conocido como "el Pecho", se encuentra a más de cinco mil metros sobre el nivel de mar. También sobresalen "la cabeza" y "los Pies".
Hasta ahora, la época en que este volcán tuvo su mayor actividad eruptiva fue en el periodo Holoceno hace (11,700 años antes del año 2000) y el Pleistoceno (2.59 millones de años a.C.), escalas temporales en las que se habría presentado vulcanismo de tipo andesítico y dacífico. De hecho, las áreas cercanas a la chimenea de la cumbre están cubiertas por camas y flujos de toba provenientes de una erupción que ocurrió hace unos 11 mil años.
La leyenda de los volcanes
Eternos moradores de la región central del país, prácticamente no hay morelense que no haya escuchado alguna versión de la Leyenda de los volcanes. Se trata de un mito mexica, según el cual Iztaccíhuatl, una princesa, se enamoró de Popocatépetl, un guerrero. El padre de aquella princesa envió al guerrero a una batalla en Oaxaca, con la promesa de entregarle a su hija si regresaba victorioso. Un falso mensaje llegó a la princesa antes de la llegada de su amado, anunciando su muerte. Cuando él volvió, ella había muerto con el corazón roto. Llevó su cuerpo a un monte, donde los dioses la convirtieron en volcán. Él, a su lado, antorcha en mano, se dispuso a velar su cuerpo. Y aun hoy lo hace.
La versión de Tetelcingo
Existen numerosas versiones sobre la Leyenda de los volcanes, cada una con sus respectivas variaciones. En Morelos, los habitantes de Tetelcingo, comunidad nahua perteneciente a Cuautla, persiste la versión de que el amor que Popo y Xinantécatl sentían por Iztaccíhuatl los llevó a enfrentarse a pedradas, evento que hizo surgir la Cordillera Continental que divide el Eje Neovolcánico. En un arrebato de furia, Popo decapitó a su contrincante con un bloque de hilo, lo que explica que el Nevado de Toluca no tenga cima.
Más allá de la leyenda
A pesar del romanticismo que impregna la tragedia mexica de Popocatépetl e Iztaccíhuatl, lo cierto es que ambos volcanes surgieron durante el Cuaternario (hace 2.59 millones de años y hasta la actualidad). Ambos volcanes están formados por lavas andesita porfirítica de piroxena, la roca volcánica más común de todo el planeta.