Septiembre es sinónimo de fiesta y de gritar ¡Viva México!, y con este mes se inaugura oficialmente la temporada más alta de venta de pirotecnia.
"Palomas", "cañones", "huevos de codorniz", "estrellas de dinamita", entre otros juegos pirotécnicos son los que en estas fechas divierten más a chicos y grandes, pero la realidad es que no son lo que aparentan, ya que muchos de estos "juguetes" elaborados a base de pólvora pueden ser muy peligrosos.
Bastantes dependencias e instituciones han emprendido campañas sobre la prevención en el uso y manejo de artefactos explosivos, derivado del riesgo que existe, sobre todo en los niños, quienes en parte son los que más los manipulan, sin embargo, los resultados no han sido los esperados.
No son un juego
Los juegos pirotécnicos contienen sustancias explosivas destinadas a producir un efecto luminoso, calorífico, sonoro, gaseoso o fumígeno, o una combinación de dichos efectos. Etimológicamente, pirotecnia tiene sus raíces en las palabras griegas piros, fuego, y techne, arte o técnica; por tanto, significa “el arte que trata de todo género de invenciones de fuego”.
Los primeros juegos pirotécnicos se vieron hace más de dos mil años en el lugar donde se inventó la pólvora: China. Se usaban, como hoy, para celebrar bodas, nacimientos, fiestas y para alejar malos espíritus de una comunidad.
Se clasifican en tres formas; Fuegos artificiales para consumo (juguetería), que son los que presentan un riesgo muy reducido y que están diseñados para ser utilizados en áreas confinadas incluyendo el interior de edificios de vivienda; Pirotecnia fría, la cual es también conocida como "lluvia fría" ya que sus efectos no causan daño alguno; Y fuegos artificiales para exteriores (castillería), siendo estos los que están diseñados para espacios abiertos y que por su carga pírica representa riesgo para su uso.
Compra y venta
La comercialización de los productos hechos a base de pólvora se debe de hacer sólo en lugares que garanticen la seguridad tanto del vendedor como del comprador, pudiendo ser en locales permanentes y/o temporales.
Sin embargo sólo se podrán vender al público los que están clasificados en los tipo 1: artificios pirotécnicos que presentan un riesgo muy reducido, tipo 2: artificios pirotécnicos que presentan un riesgo reducido y que están diseñados para ser utilizados al aire libre en áreas confinadas, tipo 3: artificios pirotécnicos que presentan un riesgo medio y que están diseñados para ser utilizados al aire libre en áreas amplias y abiertas, y tipo 7: artificios pirotécnicos de señalamiento y localización, para utilización en ferrocarriles, transportes terrestres, aéreos y marítimos, y para localización de persona, y en ningún caso podrán venderse a menores de edad.
Toda vez que pirotecnia es una actividad regulada por la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, por lo que en caso de que alguna persona realice actividades con material pirotécnico sin el permiso correspondiente, será considerada una violación a dicha ley.
Reglas estatales
De acuerdo con Protección Civil está prohibida la venta, distribución, almacenamiento, etc. de cohetes, petardos, fulminantes, chinampinas, palomas, bombas, pólvora a granel y otros productos fabricados a base de pólvora ya que representa un grave riesgo para las personas, familia, patrimonio o entorno ecológico.
El titular de la coordinación estatal, Pedro Enrique Clement Gallardo, ha declarado que se ha informado a pobladores sobre los riesgos que implica la venta no autorizada de artificios pirotécnicos, con el propósito de evitar poner en peligro la integridad física, los bienes y el entorno de la ciudadanía.
El exhorto de las autoridades ha sido de evitar el manejo de estos productos, ya que, con motivo de las fiestas patrias, se ha identificado un incremento considerable de venta y manipulación de material explosivo en dicha comunidad.
Riesgos de la pirotecnia
Cañones R-15, palomas, chifladores, serpientes, cebollitas y bazukas son sólo algunos de los productos hechos a base pólvora que compran más los adultos para dárselos a los niños, sin embargo el riesgo que estos provocan es tal que pueden causar hasta la muerte.
De acuerdo con autoridades de Protección Civil y Bomberos el mal manejo de los cohetes ha provocado incendios; no obstante, otros riesgos son que una sola chispa puede prender fuego a la ropa y causar heridas en la piel, así como el que también el ruido de la pirotecnia provoca lesiones al oído, y uno de sus efectos es la percepción de zumbidos luego de la detonación, que va disminuyendo, pero no desaparece totalmente, esto sin dejar de mencionar el efecto que causa en los animales, quienes sufren taquicardia, temblores, falta de aire, náuseas, aturdimiento, pérdida de control, miedo y/o muerte.
Las lesiones más comúnes son las quemaduras en manos, ya que muchas veces los petaros explotan antes de que se les pueda arrojar, por eso es muy importante que se maneje con mucha precaución Jorge Nava Altamirano, director de Protección Civil de Cuautla
Recomendaciones
La principal recomendación para evitar accidentes por el uso de la pirotecnia es que los niños no la manipulen; así como el que sólo se maneje en lugares abiertos y donde no haya nada que pueda incendiarse; no guardarla en los bolsillos ni arrojar los productos contra muros, cajas de luz o de gas.
Es preciso saber que cuando un producto no explota no debe tocarse aunque la mecha parezca apagada; no dejar los artículos al sol o próximos a fuentes de calor y en caso de un accidentes acudir inmediatamente al centro médico más cercano.
En Morelos el único lugar que cuenta con permisos por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y Protección Civil para la venta de pirotecnia, es en el recién creado municipio indígena de Xoxocotla