Ser madre en plena contingencia ha representado un reto y una carga más de trabajo, ya que en muchos casos además de atender a los hijos en las tareas cotidianas de la casa, deben de jugar el rol de maestra, alumna y hasta psicóloga.
A mediados de marzo del año en curso, la Secretaría de Educación Pública (SEP) determinó suspender las clases en las escuelas ante la emergencia sanitaria por Covid-19.
Hasta la fecha la situación sigue igual y a las madres que trabajan desde casa se les ha complicado cumplir con sus labores, como es el caso de Nancy, maestra de primaria, habitante del municipio de Jiutepec.
Además de cumplir con impartir clases en línea, debe al mismo tiempo supervisar y ayudar a sus hijos en sus clases en la misma modalidad, lo cual le dificulta el estar al 100 por ciento en su labor de madre y de docente.
“Es realmente una locura, porque debo estar impartiendo clases pero a la vez supervisar a mis hijos”, expresó.
Para otras mamás, su trabajo no les permite quedarse en casa por lo que tienen que dejar a los hijos con los abuelos u otros familiares, y muchas veces éstos no pueden ayudarlos con el tema de las clases virtuales.
Las madres de familia además de convertirse en maestras durante esta cuarentena, se han tenido que convertir en instructoras de algún deporte, ayudando a los hijos hacer actividades física e incluso psicólogas para poder ayudar a sus hijos a sobrellevar el encierro y explicarles la situación que prevalece no solo en el país sino en todo el mundo.
“Ha sido difícil explicarle a mis hijos la situación que vivimos, he tratado que no escuche los noticieros, creo que realmente nadie estábamos preparados para un evento de esta magnitud”, dijo Ximena García, otra mamá que lleva poco más de un mes trabajando desde casa.