A tres años del sismo del 19 de septiembre, saltan a la vista marcados contrastes sobre la reconstrucción en Jojutla, las frías y aletargadas políticas del Programa Nacional de Reconstrucción, patentiza la urgencia de vivienda, la presencia de nuevos defraudadores, los conflictos en la propiedad y las cifras oficiales se contradicen con la realidad.
Jojutla revela marcadas discrepancias al caminar por las calles de la llamada zona cero, son evidentes al comparar las inversiones en mejorar la imagen urbana y las edificaciones comerciales, con predios aún baldíos en las colonias más afectadas como Emiliano Zapata y Benito Juárez en la misma cabecera municipal.
De acuerdo a las cifras que aportan las autoridades federales, a través de la Secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) y la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), a cargo del Programa Nacional de Reconstrucción (PNR), el avance en Jojutla -partiendo del cuestionado censo que dejó el Fonden, de 2 mil 400 viviendas afectadas- es del 75 por ciento.
Sin embrago; el gobierno municipal de Jojutla, presidido por Juan Ángel Flores Bustamante, registró en aquel momento, 3 mil damnificados y posteriormente, se sumaron otros 200 que descubrieron tiempo después, daños estructurales ocultos, lo que arroja 800 viviendas más a las cifras oficiales y dando un total de 3 mil 200 vivienda damnificadas.
En versión de la Red Nacional de Damnificados (RND) con influencia en los estados de Oaxaca, Chiapas, Puebla y Morelos, el Programa Nacional de Reconstrucción, no es transparente y mucho menos eficiente, y esto lo afirma el representante en Morelos, Domingo Enrique Islas Díaz, uno de los damnificados en la colonia Juárez de Jojutla, él estima que en Morelos, hay cerca de 700 damnificados que no tienen concluidas sus viviendas; de éstos, 200 están fuera de la PNR y 60 corresponden a Jojutla.
No han terminado sus viviendas, por falta de reasignación de los recursos, y eso se refleja en la mayoría de los municipios donde hay damnificados por el sismo de septiembre del 2017.
En Morelos la RND tiene 500 damnificados, en Axochiapan, Tlaltizapán y Tlaquiltenango, la Conavi no ha llegado. Chiapas es el estado más abandonado y son las poblaciones pequeñas, marginadas y distantes una de otra las más olvidadas. Lo mismo sucede en Oaxaca, donde se registró el mayor número de damnificados y en el caso de Puebla, se tiene el reporte de haber sido atendido a medias.
DAMNIFICADOS CON TRES AÑOS VIVIENDO EN LAS CARPAS
De la colonia Zapata, Ana Jiménez Bustos, ex representante de los damnificados de Morelos estimó que se tiene un avance del 60 por ciento en la reconstrucción de viviendas, por cuestiones de salud se separó del movimiento. Fue la voz el 11 de diciembre del 2018, demandando aterrizaran los recursos para los damnificados al presidente de México cuándo fue presentado en Jojutla el Programa Nacional de Reconstrucción.
Meses atrás habían bloqueado autopistas y tomaron las oficinas de Sedatu, para protestar contra la serie de irregularidades en el Censo del Fonden al gobierno anterior.
Entrevistada en el patio de su casa, mientras cuida a su nieto, declara “no se ha terminado la reconstrucción, especialmente con las familias donde hay problemas con la propiedad, donde hay terrenos que están intestados, donde en un mismo predio vivían tres, cuatro o hasta más familias, o donde llegó a nombre de un difunto el apoyo. Y muchas de esas familias siguen viviendo en carpas, cada vez más escondidas por las nuevas viviendas que les rodean.
Consideró lamentable que el gobierno de la 4T, apoyara el Programa Nacional de Reconstrucción (PNR) en la base de datos del Fonden, heredado por el sexenio anterior, un censo mal hecho que hizo Sedatu, y volvieron a llegar los beneficios a las mismas personas, volvieron a excluir a los damnificados que no fueron censados en ese año solo consideraron una vivienda por predio.
Pero además, añade, hay casas que no están terminadas, el apoyo se dio a cuenta gotas, un año después del presupuesto, cuando los precios de material y mano de obra se elevaron, hay casas sin techos, otras sin ventanas, sin baños, sin el cercado perimetral, por lo que no son habitables, -y como ejemplo señala- el espacio de una carpa, donde falta la casa de su hermano, en el predio de su familia donde solo cuatro viviendas se construyeron con el apoyo de la fundación de Carlos Slim, su hermano se vio en la necesidad de migrar para trabajar en Tijuana, no le tocó folio y para Conavi no existe.
“Fue inútil que se pidiera que se atendiera la necesidad de vivienda por familia, no por predio, y a tres años, toda la organización y unidad que se tenía de los damnificados se fue perdiendo”, dijo al reconocer que mucha gente sigue sumergida en la apatía, en la depresión, en el miedo y otros decidieron por su cuenta ir reconstruyendo en la medida de sus posibilidades y actuaron de esta manera, ante el desgaste físico, económico y moral que representa pedir al Gobierno que los atienda.
Lamentó que la gente que fue defraudada por las constructoras o falsas fundaciones, no se les hay hecho justicia. Pero recordó también que otros fueron defraudados por el programa estatal “Unidos por Morelos”, quien no aportó el 30 por ciento que le correspondía dar para la reconstrucción a las fundaciones como la de Carlos Slim y para colmo, el actual gobierno del estado, no ha dado un peso para la reconstrucción de las viviendas en Morelos.
Por otra parte, reconoce los esfuerzos y el apoyo del gobierno municipal de Jojutla que representa Juan Ángel Flores Bustamante, el único que tiene un Director para la reconstrucción, y quien junto a los damnificados, tocaron puertas en diferentes partes en busca de apoyos y ha liberado documentos de manera gratuita como constancias, trámites legales de sucesión, entrega de permisos y licencias de construcción, limpieza y retiro de escombros y en todo aquello que ha estado en su mano, los han apoyado.
Ana Jiménez, lamenta la falta de calidad humana del personal de Conavi, que visitaron a la señora Reina en pleno duelo de su esposo para hacer los trámites para entregarles el apoyo, pero por salir a nombre del difunto, mejor la dejaron fuera. Y ahí sigue el terreno baldío en la calle 18 de marzo de la colonia Zapata. Un caso muy similar al de la señora Altagracia Hernández, donde su difunto esposo era el beneficiado con los apoyos de Conavi, murió en estos tiempos de pandemia, ya no le llegó lo que faltaba y la casa quedó sin terminar.
Y cuestiona, “si realmente es un programa federal de ayuda humanitaria, cuando se niegan hacer el cambio de beneficiado, ese dinero ya presupuestado y autorizado ¿en dónde ésta? ¿Acaso se ésta fugando?”
Finalmente, hizo un llamado: “hay que seguir tocando puertas para esas familias que todavía sigue necesitando y ahora más con esta pandemia”.
NUEVOS FRAUDES Y MÁS REZAGOS
Giovanni Romero, Director de la Reconstrucción en Jojutla, reconoce que al arribo de la actual administración se reconocieron 3 mil viviendas afectadas. Pero las cifras oficiales de las autoridades federales reportan 2 mil 471 damnificados de acuerdo al Censo del Fonden y a esos datos -dice- deben sumarse 200 damnificados que no se consideraron en el censo oficial.
“Nosotros estimamos y hacemos un cálculo de aproximadamente mil 800 viviendas reconstruidas, entre daños totales y parciales, el año pasado (2019) Conavi entregó 750 acciones para terminar viviendas que dejó inconcluso Fonden. Para este 2020, tenemos contabilizadas el apoyo para 500 viviendas, y están por liberarse más apoyos este fin de semana, y se espera entregan nuevas acciones y el próximo año, lo que arroja un avance del 875% del censo federal”.
Desde el arranque del PNR en el 2019, se han atendido y dado seguimiento a las quejas y demandas de los beneficiados, -dijo al reconocer que el proceso para la liberación de recursos fue muy lento- “las reglas de operación son complejas, tiene que demostrar los gastos el beneficiado con el técnico, el técnico tiene que demostrar los gastos a Convi para autorizar la liberación de una segunda parte, y después notificar al beneficiado sobre la segunda ministración, y este avisar al técnico y albañiles para continuar, y repetir el proceso para liberar la tercer parte”.
El proceso de comprobación y aprobación, lleva meses y muchos técnicos abandonaron el programa, les resulta incosteable, ya que llevar a cabo la reconstrucción de una vivienda, se prolongó hasta 6 meses, cuando solo ganan el 7 por ciento del presupuesto de la obra, no eran ni 7 mil pesos por los seis meses.
Este problema se planteó a las autoridades federales en diferentes reuniones ante la falta de certeza de los asesores, pero no hubo cambios en los lineamientos a seguir, y ha sido una situación muy desgastante, muchos se fueron en cuanto pudieron cobrar la primer parte y la reconstrucción quedo sin terminar.
El cambio de asesor no ha sido fácil y en algunos casos se suspendió el apoyo ya que no demostraron la aplicación de los recursos de acuerdo al protocolo y muy poca gente ha reportado esta situación a la Dirección de la Reconstrucción para darle el seguimiento a estos problemas. El cambio de asesores, que no debería ser tan complicado y lo fue.
Geovanny Romero, reconoció que descubrieron que un equipo de asesores defraudó aproximadamente a 20 personas que les firmaron y dispusieron del dinero, aprovechándose de la ignorancia, edad o salud de los beneficiados y no hicieron grandes avances de la reconstrucción.
De los defraudados, uno solicitó el apoyo y logró recuperar su dinero- señala el funcionario- y se está insistiendo a Conavi que les exijan que respondan y el dinero de la segunda y tercera parte que está presupuestado para que terminen sus casas, se entregue a los beneficiados.
AYUDA DE FUNDACIONES
En la reconstrucción de viviendas, reconoce que de las 217 que hizo la Fundación Carlos Slim (CARSO) en el estado de Morelos, 94 fueron construidas a familias de Jojutla. Esta fundación apoyó desde el gobierno pasado en algunas modalidades como fue con el dinero de las tarjetas de Fonden, y algunas fueron 100 por ciento donadas por ellos.
Otra fundación que ha apoyado la reconstrucción no solo de viviendas, es la Fundación Hogares, quien ha operado como gestor, logrando que la fundación Banorte construyera 15 viviendas en la Colonia Juárez y tienen en puerta Fundación Hogares e Infonavit, construir 50 viviendas, de las cuales 30 ya tienen los proyectos para este año; lamentablemente, por la pandemia se atrasó este proyecto.
Destacó el apoyo del Proyecto Esperanza, de José Luis Hernández Bañuelos, catedrático de la Universidad Anáhuac México, que sin ser fundación ni asociación, estuvo apoyando con material, los proyectos y asesoría en la reconstrucción de varias viviendas.
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