La leche y sus derivados son una importante fuente alimentaria, es por ello que este primero de junio se celebra su día, instaurado por las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés). Expertos recomiendan su consumo siempre y cuando sea en las cantidades adecuadas.
La nutrióloga Karla Denisse López Chávez indicó que la leche de vaca tiene un gran aporte de calcio, grasas, proteínas. Lo recomendable es consumir dos porciones al día o dos vasos de 250 ml. de leche descremada (deslactosada), o un vaso de leche y tres cuartos de taza de yogurt natural sin azúcar.
Para quien es alérgico a la proteína de la leche o intolerante, su doctor les puede dar otras opciones como la deslactosada.
Su principal aporte es el calcio, el cual también se encuentra en sardinas, verduras y huevo.
En cuanto a los productos derivados de la leche, recomendó el consumo de yogurt naturales sin azúcar, así como los que contengan probióticos, ya que estos últimos ayudan a fortalecer la microbiota. El resto de los yogurt no son recomendables porque son endulzados con jarabe de maíz de alta fructosa y es mucho más dañino para el organismo.
En cuanto a quesos, los recomendable es consumir aquellos que son bajos en grasas, altos en proteína y pasteurizados como el requesón, cotagge y panela.
Ante el auge de nuevos estilos o tendencias de comer saludable, como los veganos que no consumen lácteos derivados de animales, en el mercado han surgido otro tipo de bebidas comercializadas bajo el nombre de leche almendras, arroz o coco.
Aclaró que no se les puede denominar leche porque no viene de un mamífero, y solo se pueden considerar buenas para el consumo si son hechas en casa, ya que solo cuentan con aditivos saborizantes.
Para que realmente funcionen debes poner a reposar almendras. En el caso de la “leche de arroz”, es muy alta en carbohidratos y sería muy contraproducente para las personas que sufren diabetes.
Morelos, territorio para producir e innovar
Regina Olvera Azpeitia, de profesión veterinaria, decidió, junto con su familia, dejar la Ciudad de México y mudarse a Huitzilac, donde fundó la granja caprina Sierra Encantada.
Es una empresa mexicana socialmente responsable y ecológicamente amigable; se dedican a la elaboración de productos lácteos artesanales con 100 por ciento leche pasteurizada de cabra y cuentan con una gran variedad de quesos y cajetas.
Se encuentran avalados por la UNAM, la Asociación Mexicana de Médicos Veterinarios Especialistas en Caprinos y Sagarpa, mediante la certificación Buenas Prácticas de Producción de Leche de Cabra, siendo la primera y única granja caprina lechera en Morelos.