Por décadas la actividad política fue vista en México y Morelos como la única posibilidad de hacer riqueza, en los gobiernos priistas que prevalecieron durante al menos 60 años era común, incluso, la gente se acostumbró a ver a estos personajes como actores o gente de la farándula y era recurrente que mostraran además de su poder político, su poder económico; con el paso de los años, llegó el “cambio” y el viejo régimen que acusó abuso y autoritarismo pasó ahora al abuso y al nepotismo, los panistas en menos de 60 años se enriquecieron a manos llenas con sus familias hasta el lazo más lejano. Con mayor conciencia los ciudadanos en Morelos dieron oportunidad a la “izquierda”, que resultó peor, porque todos los recursos habidos y por haber se los llevaron; hartos y enojados entregaron su confianza a otro proyecto político, que parece seguir el mismo camino o esta vez, parece se cumplirá la consigan de llegar al despeñadero.
A pesar de las restricciones en la información sobre la forma en que el recurso público hizo ricos a ex funcionarios priistas, la mayoría lo invirtió en propiedades y en darse una vida de lujos. Pero fue en los gobiernos estatales panistas que, debido al tema de transparencia y rendición de cuentas comenzó a ser más evidente los excesos, comenzando con el llamado “helicóptero del amor”, algunos “de inquilinos en barrios clase medieros, se mudaron a zonas de lujo, con casas nuevas, esposas diferentes y hasta operaciones estéticas, carros de lujo, y actividades que regularmente no tenían, incluidos viajes y enviar a la familia a escuelas en el extranjero.
No se sabe con precisión a que nivel se enriquecieron los panistas en ese momento, pero de entrada el ex gobernador, Sergio Estrada autorizó altos salarios a las personas que trabajaban cerca de él. Quienes lo acompañaron cambiaron de inmediato su modo de vida, algunos de modestos ingenieros, profesores o contadores, lograron un poder económico de la noche a la mañana. Los rumores señalan que muchos se hicieron socios de firmas para la apertura de mega tiendas, otros abrieron botaneras y en su mayoría restaurantes. Al final de esos seis años, ya eran los nuevos ricos de Morelos, que viajaban a otros países. Una gran parte de estos ex funcionarios del blanquiazul de un día a otro se hicieron restauranteros, concesionarios de rutas y taxis, entre muchas otras actividades y modo de vida distinto al que tenían.
Pero su fortuna el siguiente sexenio fue igual para ellos, los que siguieron en el gobierno estatal, continuaron con sus altos salarios, y otros lograron diputaciones locales, federales y alcaldías que nunca en su vida pensaron tendrían. El despilfarro fue evidente, si los priistas en 60 años abusaron, los panistas en menos de 12 años sucumbieron a la tentación económica, y al autoritarismo y la prepotencia; no solo se hicieron ricos ellos, también a sus familias y toda su parentela que más pudieron. Eso provocó el rechazo ciudadano que propició la llegada de la izquierda al gobierno estatal.
Un ejemplo de esto es lo que escribió, Ricardo Ravelo en “Sin Embargo” del 09 de marzo del 2018.
El gobernador de Morelos, Graco Ramírez Abreu, ya está en la lista de los hombres más ricos de México. Le ha bastado moverse en los carriles de la izquierda –“la izquierda progresista”, según él –y al mismo tiempo jugar para el PRI, para la derecha. La postura de hombre de izquierda es una máscara que usa desde que saltó a la escena pública, en los años sesenta, implicado en los movimientos sociales del país como fiel “oreja” del gobierno y de los grupos poderosos.
Agregó además que desde el ejecutivo ha dejado impune a su hijastro Rodrigo Gayosso, quién libró la cárcel después de haber fungido como secretario del Ayuntamiento de Cuernavaca, durante la administración en Cuernavaca de Manuel Martínez Garrigós.
Y expone claramente “en ese periodo, Gayosso y Garrigós fueron acusados de malversar unos 400 millones de pesos, pero el expediente fue archivado por órdenes de Graco Ramírez en complicidad con las autoridades del Ministerio Público. Es un secreto a voces que Gayosso se enriqueció de forma descomunal en el ayuntamiento de Cuernavaca: se apropió de toda la obra pública, la cual asignó tanto a familiares suyos como a sus amigos”.
Y menciona, “entre otras obras importantes que desarrolló y que sirvieron para el usufructo están el distribuidor vial, el parque Acapatzingo, la construcción de camellones y la pavimentación de avenidas importantes. Como es costumbre, Gayosso y Garrigós exigían a los contratistas hasta el 30 por ciento de moches”. Cabe decir que ambos personajes y sus familias aumentaron sus propiedades.
Al concluir la administración panista en medio de escándalos y evidente enriquecimiento de los funcionarios, algo que no se pudo comprobar ni tampoco hubo denuncias, sigue el PRD que nunca habló del pasado, y se dedicaron a obtener lo suyo. Cuando terminó el gobierno del PRD, al llegar el gobierno de la alianza PES-MORENA, de inmediato el 18 de febrero del 2020, se abrieron denuncias de hechos ante la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido) en contra de funcionarios de la administración del ex gobernador Graco Ramírez, según explicaba el asesor especial anticorrupción del gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo, Gerardo Becerra.
Una de las tantas denuncias fue presentada ante la Seido porque, según Becerra, se trata de un desvío de recursos, de más de 400 millones, a través de 14 empresas fantasmas.
Esa denuncia fue presentada el 17 de febrero en la Ciudad de México, con el argumento de que se “compraron 77 millones de pesos de papelería, 35 millones en cursos, por eso nos llevamos tanto tiempo en tener esta información porque había muchos cabos sueltos; ahora ya tenemos la información completa y por eso es que el día de ayer presentamos esta denuncia muy fuerte, creo que va muy bien sustentada, que tiene que ver con uso de dinero de procedencia ilícita, y algunos delitos que plasmamos en la denuncia”.
En todas aparece el ex gobernador Graco Ramírez y más de 20 ex funcionarios de secretarías como Cultura, Economía, Desarrollo Agropecuario y la Comisión Estatal del Agua, cuyos asuntos están hoy en la Fiscalía Anticorrupción por vinculación en irregularidades que van más allá de 200 millones de pesos.
El consejero jurídico del gobierno, Samuel Sotelo decía, “se trata de triangulación de operaciones, que se hicieron para disponer de recursos en cantidades muy importantes, de funcionarios que es su momento estuvieron en la administración pasada, pero además están vinculados particulares y empresarios, pero la cantidad de las que dispusieron son muy grandes y hay una afectación muy grave al erario estatal”.
Aunque la presente administración hizo como promesa de campaña de llevar a la cárcel al ex gobernador, la promesa se aleja cada día, porque no han pasado ni tres años, y los actuales funcionarios, ya han demostrado irregularidades, el periodista Guillermo Cinta en la CRÓNICA, señala que los abusos ya son evidentes especialmente en los Servicios de Salud de Morelos (SSM) “son desconocidos los antecedentes del actual director, el médico vasectomizador Héctor Barón Olivares, quien antes del 1 de octubre de 2018, fecha en que inició la actual administración estatal, tenía un estilo personal modesto, con calidad familiar y sin la exhibición de un modo ostentoso de vida, sí, el mismo que presumen los funcionarios cuyo enriquecimiento es evidente y no puede ser tapado bajo el sol y frente a los ojos de la ciudadanía, mucho menos en un ámbito laboral -como el de los SSM- plagado de carencias y donde nada permanece oculto”.