Considerada una de las edificaciones más antiguas de la Nueva España, la Catedral de Cuernavaca es uno de los atractivos turísticos más importantes de la capital del estado, no solo por su contenido histórico desde hace cuatro siglos y medio, sino también por los 30 años de modificaciones constantes.
El convento fue el quinto de la orden franciscana y llegó a considerarse el más importante. Su construcción tardó cuatro años (de 1525 a 1529), tiempo en el que también fue edificada la capilla abierta.
El Conjunto Conventual de Cuernavaca -que incluye la Capilla de Santa María y de la Tercera Orden- es representativo de la arquitectura franciscana construida en el siglo XVI para evangelizar a los nativos de la región.
Dentro del claustro se encuentran frescos que representan algunos episodios de la vida de San Francisco de Asís, y cuenta con muchas pinturas de estilo de Romano; además de que en la antigua entrada del claustro cerca de la capilla abierta se sitúa una pintura del Papa Inocencio III dando su aprobación a la fundación de la orden franciscana pintada al fresco, en tonos ocre, blanco y negro.
Esta iglesia es la quinta fundación franciscana en México y forma parte de un grupo de construcciones a los que se les conoce como “Los Primeros Monasterios del Siglo XVI en las faldas del Popocatépetl”, integrado por varios exconventos y monasterios en Puebla y Morelos.
Durante el siglo XVIII a este templo se le nombró oficialmente como Catedral de Cuernavaca, que hoy es cobijada por la Diócesis de Cuernavaca, mientras que en 1994 fue declarada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, contando con un estilo barroco hecha a base de cantera.
La decoración actual de la Catedral se debe a los trabajos de restauración de casi 26 años dirigidos por el obispo Méndez Arceo, con la colaboración de Fray Gabriel Chávez de la Mora que junto con un grupo de artistas especializados procedió a realizar los trabajos de remodelación de la iglesia de la Asunción dejando al descubierto valiosos murales de incalculable valor en la pintura colonia, lo cual la convirtió en el santuario más importante de México.
Este importante monumento histórico fue gravemente dañado por el sismo del 19 de septiembre de 2017, siendo las cúpulas y el área del campanario las que sufrieron el mayor número de afectaciones, por lo que durante un lapso las actividades religiosas se realizaron en la capilla abierta.
Tras el siniestro, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) estuvo a cargo de la rehabilitación, consolidando las grietas de la fachada principal, y el arco principal, uno de los grandes problemas en la restauración por el movimiento, así como en los arcos interiores y la cúpula; además se realizaron trabajos en los cañones y andamios.
El 7 de abril de 2019 la Catedral de Cuernavaca abrió sus puertas a los fieles y visitantes luego de un año y siete meses de trabajos de rehabilitación.
La Catedral de Cuernavaca no sólo representa un monumento arquitectónico de primer orden, es también depositaria y custodia de un tesoro artístico que encarna un ejemplo del sincretismo producto del choque de dos culturas religiosas y del mestizaje que dio origen a una nueva raza. Todo esto se observa en el Museo de Arte Sacro que cobija la capilla abierta.