Morelos es reconocido por su fortaleza en su Sistema de Ciencia y Tecnología, al contar con mil 122 investigadores pertenecientes al Sistema Nacional de Investigadores, 40 instituciones de investigación y más de 250 laboratorios de investigación; esto ha posicionado a la entidad como la “capital del conocimiento”, siendo escenario de grandes descubrimientos que han salvado la vida de millones de personas alrededor del mundo.
La capital del estado alberga el Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma del Estado de Morelos (IBt-UNAM), que cuenta con un centenar de patentes entre nacionales y extranjeras, algunas de estas patentes fueron licenciadas ya a empresas, como es el caso de un antiveneno para atención de mordeduras de víboras de cascabel norteamericanas, participando en su creación el investigador emérito de la UNAM, Alejandro Alagón Cano y la empresa mexicana Laboratorios Silanes.
Según información de la revista Mi Patente, su comercialización fue autorizada a partir de octubre de 2018, por la Food and Drug Administration (FDA o Administración de Alimentos y Medicamentos). Anavip, es el nombre del producto, diseñado exclusivamente para el envenenamiento por serpiente de la familia Crotalus, entre las que se incluye la víbora de cascabel.
La obtención de Anavip llevó nueve años al Instituto Bioclón, empresa que pertenece a la farmacéutica mexicana Laboratorios Silanes y al doctor Alejandro Alagón Cano del IBt de la UNAM, donde participó también la doctora Leslie Boyer de la Universidad de Arizona, en el diseño del producto, en el planteamiento, seguimiento, análisis y reporte de los estudios clínicos desarrollados y validados en pacientes, de acuerdo a lo estipulado por la Chemistry Manufacturing and Controls y la Biologics License Applications para la FDA.
¿Quién es el investigador Alejandro Alagón Cano?
Alejandro Alagón Cano es médico cirujano, maestro y doctor en Investigación Biomédica Básica por la UNAM. Realizó una estancia posdoctoral de tres años en la Universidad Rockefeller de Nueva York y en 1993 hizo un año sabático en el Instituto de Parasitología y Biomedicina López-Neyra del Consejo Superior de Ciencia e Investigación en Granada.
Es investigador titular “C” de tiempo completo del Departamento de Medicina Molecular y Bioprocesos del Instituto de Biotecnología (IBT) situado en Morelos. Tiene el nivel III en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y el nivel “D” del Programa de Primas al Desempeño del Personal Académico de Tiempo Completo (PRIDE) de la UNAM.
Ha recibido el premio UNAM 2004 Innovación Tecnológica, el Premio Nacional de Ciencias y Artes por el gobierno de México en 2005 y en 2013 fue galardonado con el Premio Luis Elizondo al sentido humano por el Sistema Tecnológico de Monterrey; además de que ha logrado registrar varias patentes.
En el IBt-UNAM se ha dedicado a mejorar y producir nuevos antivenenos, conocidos coloquialmente como sueros. Entre algunos de sus logros se encuentra el suero contra la viuda negra, una de las arañas más peligrosas en el país y que eventualmente coadyuvó para proteger contra la llamada violinista, siendo las dos especies que producen más daño en México.
Y es que médicos de Cuernavaca afirman que el veneno de la viuda negra es 15 veces más fuerte que el de la serpiente de cascabel, compuesto por neurotoxinas que afectan el sistema nervioso, por lo que tienen el poder de paralizar a la víctima, mientras que la mordedura de la araña violinista produce frecuentemente reacciones sistémicas y locales severas e incluso la muerte.
La UNAM ha informado que el uso oportuno de los Faboterápicos –producto terapéutico eficaz disponible para neutralizar los efectos del envenenamiento debido a animales ponzoñosos- ha permitido reducir, en nuestro país, a una décima parte la tasa de mortalidad por picadura de alacrán de hace dos décadas.
La tecnología optimizada de los Faboterápicos se aplica a todos los antivenenos desarrollados u optimizados por Alagón Cano tanto para México, Estados Unidos, África, entre otras regiones, e incluyen a Alacramyn, a Antivipmyn, a Aracmyn (antiaraña Viuda Negra o Capulina) y a Coralmyn (antiserpiente de Coral o Coralillo), que iniciaron su comercialización en el 2000 y en 1999, respectivamente.
A principios del 2009 la Secretaría de Salud aprobó al Faboterápico para las arañas violinistas, el Loxmyn, que es el único antiveneno en el mundo que se produce a partir de plasmas de caballos inmunizados con toxinas recombinantes. El 3 de agosto de 2011, la FDA aprobó al Anascorp para uso en la Unión Americana, lo que, a decir de la UNAM, constituye un hecho histórico, al ser el primer medicamento latinoamericano que logra la aprobación de la agencia.
Los antivenenos INA2013 y el AAA2013 están siendo evaluados en ensayos clínicos de Estados Unidos para las mordeduras de serpientes de coral y araña violinista, respectivamente.
Actualmente el antiveneno para los alacranes del norte de África y el Medio Oriente es utilizado en Algeria, Chad e Irak. El antiveneno para las serpientes del norte de África y el Medio Oriente se utiliza en Marruecos, Algeria, Irak y varios países de la península Arábica. En tanto que el antiveneno para las serpientes de África subsahariana (víboras, cobras y mambas) se emplea en Benín, Burkina Faso, Camerún, Ghana, Guinea, Camerún, Kenia, Senegal y Togo. Otro antiveneno para las víboras de Europa -occidental y oriental- como del oeste de Asia se encontraba por ser evaluado en estudios clínicos.