/ sábado 8 de junio de 2019

[Especial] Hasta a los sacerdotes se les cobra derecho de piso

En este año, se han registrado ocho casos de extorsión hacia miembros de la Iglesia Católica, señala la Diócesis de Cuernavaca

Desde épocas antiguas las parroquias son consideradas lugares sagrados que deben respetarse. Sin importar la religión que se elija, se tiene conocimiento sobre su importancia espiritual e histórica, enseñanza que se transmite de generación en generación sin importar las influencias modernas.

No obstante, Morelos como en distintas partes del mundo, no se ha salvado de la delincuencia e inestabilidad del país donde se encuentren situadas. En la entidad se han registrado casos de extorsión telefónica a los sacerdotes, principalmente en la zona Oriente, donde a pesar del temor e incertidumbre existente en ninguno de los casos se había, según la iglesia, completado el ilícito.

Actualmente no se tiene registrado que algún sacerdote decidiera huir de la entidad por esta terrible situación, pero sí han implementado sus propios protocolos de seguridad como es informar sobre su paradero en todo momento.

Desde 2013 a su llegada a Morelos, el Obispo de la Diócesis de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, denunció que un sacerdote de la zona Sur del estado fue víctima del llamado "cobro de derecho de piso" por parte de un grupo de criminales, quienes además lo amenazaron de muerte en caso de no cumplir. Este caso, según las declaraciones del jerarca religioso, fue aislado, en especial por el método que utilizaron, pero una realidad era que la extorsión telefónica estaba presente en las iglesias.

Al paso de los años y mientras la violencia seguía escalando, en 2013 fue etiquetado Morelos como la entidad con el índice de violencia más elevado en la República, de acuerdo al Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia Penal A.C., el cual lo calificó con un puntaje casi dos veces superior al del promedio del país. En este sentido, "Morelos se ubicaba entre los primeros tres lugares a nivel nacional en cuatro de seis delitos: violación, secuestro, robo con violencia y extorsión".

Mientras que en 2014, el Centro Católico Multimedial (CCM) informó que se contabilizaron mil 520 intentos de extorsión en modalidades como llamadas telefónicas y avisos verbales, cifra superior a 2013 en cuatro por ciento, suscitándose también amenazas de muerte contra sacerdotes, delitos principalmente en Chiapas, Oaxaca, Michoacán, Guerrero, Veracruz, Ciudad de México (ahora Distrito Federal), Aguascalientes, Colima, San Luis Potosí, Estado de México, Chihuahua y Morelos.

Ante este panorama de inseguridad, desde 2015 el líder religioso ha encabezado diversas marchas por la Paz, criticando durante el sexenio pasado las acciones gubernamentales en materia de seguridad, acción que se ha venido realizando hasta el pasado 1 de junio, donde hizo un extenuante mensaje a los cinco cárteles que operan en Morelos para reivindicar el camino y unirse al llamado de Dios acabando con la violencia que sigue imperando.

El 11 de marzo de 2018, monseñor Ramón Castro Castro informó por redes sociales sobre el incremento de las extorsiones al presbiterio de la Diócesis de Cuernavaca, ilícito que consideró podría ser efectuado por una persona cercana y que conocía los movimientos religiosos al pedir dinero a las secretarias y laicos comprometidos haciéndose pasar por un sacerdote con una emergencia.

En los últimos años, la persecución contra sacerdotes en el país ha tenido graves consecuencia como fue el asesinato de varios integrantes del Episcopado, por lo anterior el vicario general de la Diócesis de Cuernavaca, Tomás Toral Nájera, descartó que en Morelos existan casos similares, lo que sí sigue presente son los intentos de extorsión.

Confirmó que una o dos congregaciones sí habían caído en estos actos depositando cierta cantidad de dinero, lo cual reportaron al Obispado, así como se dio parte a todas las órdenes a través del Vicario de Religiosas para que tuvieran en cuenta que ningún sacerdote les hablaría para pedirles dinero.

Posteriormente, a inicio de 2019, el también rector de Catedral, padre Toral Nájera, advirtió que párrocos de la zona Oriente fueron víctimas de intento de extorsión, utilizando el mismo modus operandi, aunque ahora daban señas de quienes están trabajando con ellos y lo que pasaba en el entorno de la parroquia.

En este año, incluyendo las congregaciones religiosas, se habían registrado ocho casos de extorsión hacia miembros de la Iglesia Católica, las cuales no han sido con violencia, pero en ocasiones sí han caído en la extorsión.

Desde épocas antiguas las parroquias son consideradas lugares sagrados que deben respetarse. Sin importar la religión que se elija, se tiene conocimiento sobre su importancia espiritual e histórica, enseñanza que se transmite de generación en generación sin importar las influencias modernas.

No obstante, Morelos como en distintas partes del mundo, no se ha salvado de la delincuencia e inestabilidad del país donde se encuentren situadas. En la entidad se han registrado casos de extorsión telefónica a los sacerdotes, principalmente en la zona Oriente, donde a pesar del temor e incertidumbre existente en ninguno de los casos se había, según la iglesia, completado el ilícito.

Actualmente no se tiene registrado que algún sacerdote decidiera huir de la entidad por esta terrible situación, pero sí han implementado sus propios protocolos de seguridad como es informar sobre su paradero en todo momento.

Desde 2013 a su llegada a Morelos, el Obispo de la Diócesis de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, denunció que un sacerdote de la zona Sur del estado fue víctima del llamado "cobro de derecho de piso" por parte de un grupo de criminales, quienes además lo amenazaron de muerte en caso de no cumplir. Este caso, según las declaraciones del jerarca religioso, fue aislado, en especial por el método que utilizaron, pero una realidad era que la extorsión telefónica estaba presente en las iglesias.

Al paso de los años y mientras la violencia seguía escalando, en 2013 fue etiquetado Morelos como la entidad con el índice de violencia más elevado en la República, de acuerdo al Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia Penal A.C., el cual lo calificó con un puntaje casi dos veces superior al del promedio del país. En este sentido, "Morelos se ubicaba entre los primeros tres lugares a nivel nacional en cuatro de seis delitos: violación, secuestro, robo con violencia y extorsión".

Mientras que en 2014, el Centro Católico Multimedial (CCM) informó que se contabilizaron mil 520 intentos de extorsión en modalidades como llamadas telefónicas y avisos verbales, cifra superior a 2013 en cuatro por ciento, suscitándose también amenazas de muerte contra sacerdotes, delitos principalmente en Chiapas, Oaxaca, Michoacán, Guerrero, Veracruz, Ciudad de México (ahora Distrito Federal), Aguascalientes, Colima, San Luis Potosí, Estado de México, Chihuahua y Morelos.

Ante este panorama de inseguridad, desde 2015 el líder religioso ha encabezado diversas marchas por la Paz, criticando durante el sexenio pasado las acciones gubernamentales en materia de seguridad, acción que se ha venido realizando hasta el pasado 1 de junio, donde hizo un extenuante mensaje a los cinco cárteles que operan en Morelos para reivindicar el camino y unirse al llamado de Dios acabando con la violencia que sigue imperando.

El 11 de marzo de 2018, monseñor Ramón Castro Castro informó por redes sociales sobre el incremento de las extorsiones al presbiterio de la Diócesis de Cuernavaca, ilícito que consideró podría ser efectuado por una persona cercana y que conocía los movimientos religiosos al pedir dinero a las secretarias y laicos comprometidos haciéndose pasar por un sacerdote con una emergencia.

En los últimos años, la persecución contra sacerdotes en el país ha tenido graves consecuencia como fue el asesinato de varios integrantes del Episcopado, por lo anterior el vicario general de la Diócesis de Cuernavaca, Tomás Toral Nájera, descartó que en Morelos existan casos similares, lo que sí sigue presente son los intentos de extorsión.

Confirmó que una o dos congregaciones sí habían caído en estos actos depositando cierta cantidad de dinero, lo cual reportaron al Obispado, así como se dio parte a todas las órdenes a través del Vicario de Religiosas para que tuvieran en cuenta que ningún sacerdote les hablaría para pedirles dinero.

Posteriormente, a inicio de 2019, el también rector de Catedral, padre Toral Nájera, advirtió que párrocos de la zona Oriente fueron víctimas de intento de extorsión, utilizando el mismo modus operandi, aunque ahora daban señas de quienes están trabajando con ellos y lo que pasaba en el entorno de la parroquia.

En este año, incluyendo las congregaciones religiosas, se habían registrado ocho casos de extorsión hacia miembros de la Iglesia Católica, las cuales no han sido con violencia, pero en ocasiones sí han caído en la extorsión.

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