[Especial] El Robles 70, coloso del entretenimiento

En sus entrañas, generaciones disfrutaron de los éxitos del séptimo arte mundial; recinto de eventos políticos, artísticos y culturales

Óscar Garagui | El Sol de Cuautla

  · sábado 16 de enero de 2021

Al volverse incosteable, el Cine Robles 70 tuvo su última función en el mes de agosto del año 2010 / Fotos Cortesía

El Cine Robles 70 de Cuautla propiedad del empresario Carlos Robles Samperio, se convirtió en uno de los principales complejos cinematográficos del estado de Morelos por más de cuatro décadas.

La sala fue inaugurada justamente a principios de la década de los años 70, el sábado 30 de septiembre de 1972 en un predio donde se ubicaba el Hotel San Diego en el Cuautla antiguo, a un costado de la Plaza y Fuerte de Galeana “Alameda”, en pleno centro histórico.

El hotel que había funcionado desde principios del siglo XX, ocupaba prácticamente media manzana, mismo espacio donde medio siglo después fue construida la enorme sala cinematográfica que contaba con 2 mil 500 butacas. Esto lo llegó a convertir en el cine más grande del estado de Morelos.

Además, por la misma dimensión del espacio, contaba con la pantalla más grande, la cual era protegida por una enorme cortina que se recorría manualmente cada vez que iba a empezar la función; era un enorme telón corredizo que resguardaba a la “bestia blanca” que tenía una longitud de 32 metros de ancho por 12 de altura.

“No había una pantalla y sala más grande en el estado, ni en Cuernavaca”, afirman descendientes del señor Robles, acaecido al final de la década de los 90, en 1998.

Los cimientos del coloso

Carlos Robles Samperio, procedente de la capital del país, antes de iniciar el negocio en una época donde los cines realmente lo eran, trabajó al lado de Manuel Gual Vidal, jurista, profesor y político, que fue Secretario de Educación Pública de México durante el mandato del presidente de la República Miguel Alemán Valdez (1946-1952), y años antes, (1944), fue rector de la máxima casa de estudios, la UNAM.

“Manuel Gual construyó e inauguró los Cines Narciso Mendoza y Palacio Azteca, el primero el 6 de enero de 1952 y el segundo unos meses después”, señala el cronista de Cuautla, Samuel Hernández Beltrán.

“De esta manera el señor Carlos Robles empezó su relación con las salas cinematográficas, ya que al fallecimiento de Gual Vidal en el año de 1954, rentó a la familia Gual el cine Narciso Mendoza; de ahí empezó la historia que en casi dos décadas después fructificaría con la construcción del Robles 70”.

Por su gran estructura de más de 3 mil metros cúbicos, explican empleados, utilizaba un total de 24 bocinas para darle una gran sonoridad al espectador.

Sede de grandes eventos de la vida social y cultural

La sala además contaba con un camerino, pues a la largo de su vida también fue sede de eventos artísticos, musicales, teatrales, clausuras de escuelas, y tomas de protesta de alcaldes de Cuautla, entre otros.

También fue recinto de la tradicional velada cívica cultural con motivo del natalicio del General José María Morelos y Pavón, los días 29 de septiembre, actos que encabezaba el gobierno del estado y el municipal como anfitrión.

En un espacio contiguo al Robles 70 dentro del mismo predio, también funcionaron por varios años la Sala de Arte “Xochipilli Calli”, que proyectaba películas exclusivamente para adultos, y el Tivoli, ambas mucho más pequeñas.

Las proyecciones

Desde su apertura con dos películas mexicanas, María aquél 30 de septiembre de 1972, y el domingo 1 de octubre Indio, el Cine Robles 70 atrajo a familias enteras de Cuautla y la región para ver en pantalla grande los estrenos de la época y que llegaron a ser grandes éxitos de taquilla en todos los géneros: comedia, acción, fantasía, terror, suspenso, y desde luego, el infantil. Al inicio se daba apertura a producciones mexicanas de la época, sin embargo con el tiempo se definió más por las películas producidas en Hollywood, la Meca del Cine, cuentan sus trabajadores.

Entre las que destacan por el impacto taquillero fueron Star Wars La Guerra de las Galaxias de George Lucas estrenada en 1977, ET el Extraterrestre en 1982, y Titanic en 1997.

Otros filmes del cine internacional aquí exhibidas en sus inicios en los años 70 de gran éxito fueron: El Exorcista de William Friedkin en 1973, Tiburón de Steven Spielberg en 1975, King Kong en 1976, El Cazador de Michael Cimino en 1978, Alien El Octavo Pasajero de Ridley Scott en 1979.

Más adelante, a principios de los 80, se proyectó El Resplandor con Jack Nicholson; Star Wars El Imperio Contraataca; Furia de Titanes en el año de 1981; La Cosa y Gandhi en 1982, Flashdance y El Retorno del Jedi en 1983, Karate Kid y Terminator en 1984; en ese mismo año, Los Cazafantasmas, Gremlins, y La Historia Interminable. Regreso al Futuro en 1985, Aliens El Regreso en 1986, Indiana Jones y la Última Cruzada en 1989.

Permanencia voluntaria

El cine en sus inicios abría sus puertas desde las 15 horas, largas filas se formaban entorno a la taquilla, cuya función de una doble cartelera iniciaba a las 16 horas.

Los viernes se convirtieron tradicionalmente en el día preferido de los estudiantes, sobre todo de secundaria y preparatoria que se reunían para pasar una tarde sana, entre amigos; algunos no se duda, yéndose de pinta, y otros más para ver la película al lado de su amada; de hecho el cine también fue testigo mudo de varios inicios de romance que más tarde culminaron en matrimonio.

En sus inicios abría desde las 15 horas, largas filas se formaban entorno a la taquilla, cuya función de una doble cartelera iniciaba a las 16 horas.

El gigante vencido por la tecnología

A finales de los años 80 y principios de los 90, con la invención de la videograbadora y la apertura gradual de clubes de renta de películas en los formatos Beta y VHS, los ingresos al cine se empezaron a ver afectados.

La baja gradual de espectadores hizo tambalear al gigante cinematográfico, lo que también se agravó con la llegada del cine digital que fue ganando terreno con la apertura de otras salas.

Finalmente, lo que no hizo el terremoto de 1985 que no afectó mayormente su estructura, sí lo hizo el avance tecnológico, terminando por sentenciar su muerte al cierre del siglo XX.

Al volverse incosteable, el Cine Robles 70 tuvo su última función en el mes de agosto del año 2010, la última de sus proyecciones fue la película París en la Mira, para convertirse a partir de ahí en una Plaza Comercial, que como recuerdo la gente le sigue llamando Robles 70.