Han pasado cuatro años cuando el emblemático reloj del museo de Palacio de Cortés se detuvo a las 13:14. Era el sismo de 2017 en Morelos que así dejaba su marca; esa estampa de la torre del monumento histórico quedó como testigo implacable del antes y el después para los morelenses. Con un avance del 80 por ciento, hoy el Palacio de Cortés se reconstruye, como “ave fénix” que busca levantarse. Especialistas, historiadores y trabajadores del INAH Morelos trabajan incansablemente, reconstruyendo quirúrgicamente cada detalle y todos los espacios del lugar que es vida e historia de la capital morelense.
Fernando Duarte Soriano, jefe del Departamento de Monumentos Históricos del Centro INAH Morelos, explicó que el edificio o monumento histórico tuvo fuertes afectaciones tras el sismo de 2017, para eso hubo que generar ciertas acciones especiales, porque no solamente había que atender los daños más visibles, ya que fue necesario llevar a cabo un análisis estructural completo del inmueble.
Esto implicó revisar las cimentaciones, los muros, los entrepisos, las cubiertas, entre otras áreas; y es que al tratarse de un edificio histórico a lo largo de toda su vida cuenta con algunas alteraciones, en virtud de los usos que históricamente ha tenido.
"Para eso tuvimos que hacer un análisis de esas intervenciones y del resultado de las afectaciones del sismo. Afortunadamente hoy presentamos un avance del 80 u 82 por ciento, y en este momento trabajamos sobre lo más fuerte, que es el interior de cada uno de los espacios conductivos tanto de la planta baja como de la planta alta”.
Destacó que afortunadamente toda la parte de los muros están consolidados estructuralmente, dijo, y por la parte interior aún se trabajan en los acabados, porque fueron retirados algunos aplanados, no históricos, solo aquellos que son más contemporáneos con el objetivo de conocer mas a detalle el inmueble.
Esto ha servido también para conocer con mayor profundidad el lugar, y hacer una radiografía estructuralmente hablando, tanto de los muros como de los entrepisos y cubiertas, al mismo tiempo que están concluyéndose algunos acabados.
Ahora, el arquitecto a cargo de la reconstrucción del lugar, confió que viene una de las partes más importantes en materia de conservación, como el definir algunos aplanados históricos que datan del siglo XVII, algunas capas pictóricas que se han encontrado del siglo XVII, XVIII y XIX; así como algunas capas del siglo XX, por lo que se deberá hacer un trabajo especial interdisciplinario entre restauradores y arquitectos para conservar y aquellas alteraciones que ha tenido el edificio ir corrigiendo.
Aunque el trabajo en el llamado Palacio de Cortés ha avanzando y no ha parado en estos últimos cuatro años, Fernando Duarte, aceptó que no hay una fecha precisa para que el lugar pueda ser entregado y posteriormente visitado.
Y es que aún faltan muchos procesos por completar, y hay que llevar a cabo la intervención del torreón que también fue desmantelado, con todo y muros, ahora se está haciendo la nueva propuesta para reintegrarlo en su lugar que podría ser el cierre del año.
Aunque para otros monumentos históricos ha sido la falta de recursos lo que ha retrasado su recuperación, en el caso del Palacio de Cortes, no ha sido así. Sino por el contrario, son algunas otras necesidades que se han ido detectando en la revisión estructural.
“Recordemos que estos inmuebles no fueron terminados en cinco años, cuyo comienzo fue en el siglo XVI, pasaron décadas para que terminará con cambios arquitectónicos, y por eso estos trabajamos de intervención tampoco se pueden terminar en un año o cuatro años, porque requiere de una infinidad de especialistas, ingenieros, geólogos, antropólogos, restauradores, historiadores”.
Lo que sin duda no se podrá cambiar es el reloj icónico del inmueble, aquel sé que se detuvo justo al momento del sismo, y al ser parte del lugar, el torreón como se le conoce será reintegrado en su espacio. Toda la maquinaria está dentro del museo protegido en este momento, y cuando sea llevado a su lugar, los especialistas tendrán el cuidado de colocarlo con sus carátulas y lo pondrán a funcionar.
Debido que el Palacio de Cortés, no solo por su valor histórico es invaluable, a lo largo de los años es el icono y la vida de Cuernavaca, y del estado, además representativo para el país.
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