En enero de este año, el rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), Gustavo Urquiza Beltrán, acudió a las instalaciones de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), donde analizan la ruta de reestructuración financiera junto con todos los rectores, para solicitar apoyo ante la grave crisis que atraviesa la institución desde hace algunos años. En marzo la Comisión de Puntos Constitucionales y Legislación del Congreso del Estado aprobó el incremento del .5 por ciento para la UAEM como parte del rescate financiero que han buscado los mismos integrantes de la Máxima Casa de Estudios y los legisladores. El aumento presupuestal se aplicará hasta el 2020, ya que el del ejercicio fiscal 2019 fue aprobado y así evitarán lastimar las finanzas del Ejecutivo Estatal.
Hace unos días y después de un amplio proceso de análisis por parte de la Subsecretaría de Educación Superior (SES), la ANUIES y la Asociación Mexicana de Órganos de Control y Vigilancia en Instituciones de Educación Superior, A.C. (AMOCVIES), que ha permitido identificar y dimensionar el problema del déficit con el que operan al menos 9 universidades, se presentaron los principales hallazgos, así como un conjunto de conclusiones y recomendaciones aplicables en la UAEM.
Apoyo extraordinario
Con el propósito de atender la situación financiera de la universidad y de tomar decisiones preventivas, se atendió la situación urgente que enfrentaba la UAEM junto a nueve universidades más, para que pudieran cerrar el ejercicio fiscal 2018. Como resultado de las gestiones ante la SHCP, se autorizaron a la Universidad 408 mdp para solventar los servicios personales y garantizar la continuidad de los servicios educativos.
La universidad, en el marco de su autonomía, se obligó a restablecer su estabilidad financiera en cumplimiento a los convenios de apoyo financiero, observando los principios de legalidad, honestidad, eficacia, eficiencia, economía, racionalidad, austeridad, transparencia, control y rendición de cuentas en el ejercicio de los recursos públicos. De igual manera, se comprometió a presentar una propuesta de normas o disposiciones generales para asegurar un adecuado ejercicio de los recursos y fortalecer la transparencia y la rendición de cuentas.
Asimismo, se ha comprometido a realizar acciones para disminuir el peso de las prestaciones no reconocidas, y a reducir el peso financiero de su sistema de pensiones y jubilaciones, entre otros compromisos.
Análisis del déficit
Con base en los reportes formulados por la universidad, se analizaron las diferentes causas del déficit, así como las condiciones particulares que enfrentan (proyecto académico, relaciones con las autoridades del estado y con las organizaciones sindicales). Sin embargo, se detectan algunos factores que son comunes en la mayoría de las demás universidades. Los factores causales del déficit son tanto externos, de orden presupuestario general, como internos, provocados por las decisiones que han incidido en una presión creciente de gasto para el cumplimiento de compromisos establecidos para el pago de nómina y de las prestaciones pactadas en los contratos colectivos de trabajo.
Evolución del presupuesto
Al igual que para el conjunto de instituciones de educación superior, en la UAEM la evolución del presupuesto federal y estatal estuvo disociada de su expansión educativa, creciendo más en su matrícula que en presupuesto. Para lograr la expansión educativa, se abrieron unidades académicas, lo cual requirió de la ampliación de la planta académica y administrativa, sin que el subsidio ordinario hubiera aumentado en la misma proporción para atender las nuevas necesidades de docencia, investigación y difusión de la cultura. Teniendo una variación en matrícula del 74% y solo el 1% de variación en Subsidio ordinario.
Considerando el presupuesto entregado, el porcentaje de participación federación estado fue variable, la participación del estado disminuyó el subsidio estatal en alrededor de la tercera parte del total.
Plantilla de personal no reconocida por la SEP-SHCP
Para efectos de dimensionar la magnitud de la plantilla no reconocida, se cruzó la información de personal académico y administrativo contratado con la plantilla de personal. Como resultado de su crecimiento y expansión territorial, han contratado 8% más personal académico y 44% administrativo para proporcionar servicios educativos a una población creciente de estudiantes.
La situación deficitaria en la universidad a lo largo de varios años la ha llevado a priorizar el pago de los salarios y las prestaciones a los trabajadores pactados en los contratos colectivos de trabajo, tomando la decisión de no cubrir los pagos correspondientes al SAT y a Seguridad Social. El pasivo acumulado a diciembre de 2018 era de aproximadamente 750 mdp. Además se contrataron préstamos bancarios para cubrir compromisos de pago o bien para inversión en infraestructura.
Las medidas de racionalidad financiera propuestas por la universidad para su operación proyectado a 2019, sin considerar los pasivos históricos acumulados, tendrán un 47% de impacto en la disminución del déficit. Como se observa, los compromisos son variables tanto en función del ahorro absoluto como relativo con respecto al déficit. Las medidas acordadas han sido consideradas como factibles a partir de la firma del convenio de apoyo para la obtención de los recursos extraordinarios de diciembre de 2018, y que habrá que seguir impulsando medidas que tengan mayor incidencia en la solución del déficit.
Como en años anteriores, independientemente de los planes de austeridad y racionalidad financiera, el déficit estimado para el cierre de 2019 se reflejará en un problema de liquidez que, de no atenderse de manera estructural, dificultará el pago de nómina, prestaciones, pensiones y jubilaciones, así como gastos de operación.