Una de las resoluciones más consideradas y planteadas al inicio de año -al buscar un cambio de manera personal o por cuestiones de salud- es la pérdida de peso; sin embargo, ante el deseo de adelgazar pronto llegan las famosas dietas milagrosas, aquellas que tienen en común la promesa de una rápida pérdida de peso sin apenas esfuerzo, aunque pueden incluir un desequilibrio de nutrientes que podría no solo ocasionar un rebote, sino graves daños a la salud, que pueden llegar a ser enfermedades permanentes.
Por lo general, las dietas milagro son muy drásticas para obtener un resultado rápido. Son regímenes alimenticios limitados en los que se comen únicamente ciertos productos a la semana. Normalmente contienen muy bajas calorías e incluyen el consumo de sopas o jugos.
De acuerdo a la nutrióloga Alejandra Román Cruz, egresada de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), existen diferentes tipos de dietas milagros, como ejemplo en algunas se la pasan todo el día tomando líquidos, específicamente jugos para desintoxicar, "las famosas dietas detox"; las "dietas cetogénicas" aumentan la cantidad de grasas y proteínas, evitando el consumo de hidratos de carbono -azúcares-. Prácticamente se la pasan comiendo, pollo, res y atún aunque son consideradas dietas desequilibradas.
Mientras que otras son bajas en calorías e incluyen el consumo de café y alimentos como la toronja, mediante las cuales la calidad de calorías es mínima para que puedan tener una pérdida de peso mucho más rápida.
La especialista confirmó que estás dietas si representan un peligro si se llevan en un tiempo a largo plazo, pudiendo causar una descompensación, anemia, detener el déficit calórico, mareos, dolores de cabeza, baja energía, desmayos y hasta problemas gastrointestinales o en otros órganos.
Al día de hoy no existe un sustento científico de los beneficios que trae consigo una dieta milagrosa o productos milagro, como ejemplo los comercializados por Herbalife u Omnilife, corporaciones que distribuyen suplementos dietéticos pero que en la práctica han trajo consigo malos testimonios.
Asimismo, las dietas de gimnasio -instructores- que dan personas que no tienen conocimiento en el área de nutrición pero simplemente por haber experimentado con su cuerpo dan las dietas, sin base de conocimiento, así como algunos productos milagro que dicen debes consumir solo una o tres veces al día, como las malteadas, los suplementos, cápsulas, o algunas barras de proteína, las cuales se pueden consumir durante todo el día pero solo están aportando un nutrimento.
Román Cruz afirmó que la causa principal de atracción es que son mucho más fáciles de realizar, en comparación con un plan de alimentación que implica disciplina, comer en horarios establecidos, sean alimentos cocinados por en casa y que adquieran los alimentos con anticipación, mientras que las dietas milagro ofrecen soluciones rápidas, "disuelve el polvo en agua y tómatelo", "es mucho más práctico pero también viene una descompensación o un rebote porque también son muy fáciles de abandonar al obtener su cometido. Al no existir un cambio de hábito, no es algo que puedas mantener a largo plazo".
Por lo tanto, la recomendación es acudir con un nutriólogo, quien brindará un plan de alimentación personalizado a lo que necesita cada persona, será una dieta equilibrada y variada, libre de microorganismos, y contará con los nutrimentos necesarios para la persona de acuerdo a la edad, peso y estatura.
"Es importante que sobre todo adquieran también información, educación y orientación en alimentación", acentuó.