A la muerte de Emiliano Zapata, el héroe mexicano que soñaba con que los campesinos fueran dueños de las tierras que trabajaban, muchos de los lugares en los que el Caudillo del Sur hizo algo en especial pasaron a convertirse en museos y espacios protegidos con solemnidad. Sin embargo, uno en particular no ha cambiado desde que Zapata con sus amigos se reuniera ahí a planear la forma en que iniciaría la revolución armada.
La Brisa
En el corazón de Cuautla, el bar La Brisa, una antigua construcción de adobe que hoy forma parte de la Zona de Monumentos Históricos, ha sobrevivido a decenas de cambios tanto transformaciones sociales como comerciales. Entrar a este sitio es como viajar en el tiempo y tener la oportunidad de visitar una cantina al más puro estilo pueblerino, con cervezas a granel y comida tradicional mexicana.
"Gracias a Dios estamos en el primer cuadro de la ciudad y nos va muy bien, así que no hemos tenido la necesidad de cambiar de giro o poner a la venta el negocio", explica Fernando Flores Cuéllar, administrador del lugar desde hace 27 años.
Hace tiempo, Fernando recibió la oferta de una cadena de farmacias para poner a la venta su negocio y transformarlo en una nueva sucursal. La respuesta fue inmediata: no. A la fecha, la cantina La Brisa, que recibe a los visitantes con un olor a viejo y música de banda, sigue siendo uno de los lugares más frecuentados en el Centro Histórico de Cuautla, principalmente por adultos que salen de trabajo y por generaciones más jóvenes que han encontrado el gusto de comer y beber en un lugar histórico.
La historia
De acuerdo con el libro Emiliano Zapata y el agrarismo en México, escrito por el general Gildardo Mañana después de la muerte del Caudillo del Sur, el 10 de marzo de 1911, un día antes de que Zapata se levantara en armas en su natal Anenecuilco, él y sus hombres más cercanos pasaron la tarde en la cantina Lluvia de estrellas, donde planearon los últimos detalles del levantamiento. Era la feria del Segundo Viernes de Cuaresma. A escasos metros de distancia, en el claustro del exconvento de Santo Domingo, donde el Ejército federal descansaba a sus anchas sin saber la sorpresa que recibirían al día siguiente.
"Aquí se planeó la Revolución", afirma el historiador Samuel Hernández Beltrán, con un aire orgulloso en sus palabras.
En la década de los 60, la cantina cambió de nombre al que conserva actualmente, pero su interior siguió siendo el mismo.
Un monumento histórico
Desde el año 2012, el inmueble, de carácter particular, está protegido por el decreto presidencial de la Zona de Monumentos Históricos de Cuautla, emitida por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Para Hernández Beltrán, la importancia del sitio radica, además, en que los propietarios también han conservado todo lo demás, convirtiéndola en la cantina más antigua de Cuautla.
"Era la clásica cantina de esos años y que sigue conservando el inmueble como tal; si la pusieran de madera, con caoba, si cambiaran sus sillas y mesas con madera buena, cambiaría toda la imagen de lo que era una cantina pueblerina. Y ésta es de las pocas que existen actualmente", afirma.
La Brisa se encuentra en esquina de las calles Batería y Valerio Trujano Fue la primera cantina en registrarse como tal en el municipio de Cuautla.