/ miércoles 5 de septiembre de 2018

Escuadrón hormiga, una buena herencia del 19-S

Una de las grandes enseñanzas que el terremoto del 19 de septiembre dejó a los mexicanos fue la capacidad para organizarse

Entre todo lo lamentable, una de las grandes enseñanzas que el terremoto del 19 de septiembre dejó a los mexicanos fue la capacidad para organizarse rápidamente y apoyar a las familias que perdieron su patrimonio.

Ejemplo de ello, fue el Escuadrón Hormiga, un grupo de rescate que surgió en Chinameca, en Ciudad Ayala, y que hoy, a un año del sismo, sigue en activo.

Como hormigas surgido en la tierra caliente que vio morir a Emiliano Zapata, el Escuadrón Hormiga arribó ante la necesidad de los propios pobladores de coordinarse para brindar atención a las familias que perdieron sus casas, para recibir los víveres que llegaban de otras partes del país, administrarlos e instalar un albergue temporal.

El 19S mostró la capacidad de los mexicanos para organizarse y apoyar a las familias que perdieron su patrimonio.

Mientras que regiones como Jojutla y Tetela del Volcán recibían diariamente decenas de voluntarios, los habitantes de Chinameca descubrieron pronto que nadie se fijaba en ellos.

Todos nos encontrábamos fuera del pueblo, trabajando, haciendo otras cosas, pero cuando llegamos a casa para saber en qué condiciones estaban nuestros vecinos, nos encontramos con áreas devastadas y gente asustada que necesitaba ayuda en esos momentos

Ricardo Morellano Orozco, Fundadores del escuadrón

Con una experiencia de más de 20 años como rescatista, Ricardo Morellano estuvo al frente del grupo al que se unieron, en su mayoría, personas que no tenían conocimientos en labores de protección civil, pero que poco a poco fueron conformado un escuadrón en el que cada uno realizaba una función distinta, desde la recepción de víveres, la limpieza de los baños del albergue (instalado en la primaria del pueblo), vigilancia y asistencia técnica a las familias que perdieron sus hogares.

El 19S mostró la capacidad de los mexicanos para organizarse y apoyar a las familias que perdieron su patrimonio.

Ante la falta de dictámenes de seguridad, este grupo visitó las casas dañadas para determinar si era seguro continuar habitándolas.

-“Parecíamos hormigas”, recuerda Morellano, riendo.

De Chinameca para Morelos Una vez atendida la contingencia en Chinameca, con casi 70 integrantes, el Escuadrón Hormiga salió del pueblo para colaborar en la atención que seguían requiriendo otras comunidades, principalmente de la región Sur del estado, donde la asistencia social para los afectados siempre fue insuficiente.

Las autoridades municipales atendían las cabeceras, pero se olvidaban de las colonias y comunidades más pequeñas y alejadas, así que nosotros acudimos en su auxilio

Morellano

Escuadrón internacional

A un año del 19S, el Escuadrón Hormiga sigue unido, y aunque la mayoría de sus integrantes han vuelto a sus actividades habituales una vez superada la contingencia, Morellano afirma que en caso de que se necesite su ayuda volverán a integrarse al equipo.

Mientras tanto, el grupo que se ha mantenido firme se ha propuesto capacitarse para estar listos a una nueva contingencia.

Recientemente, el grupo acudió a Oaxaca para especializarse en rescates en espacios confinados y estructuras colapsadas, por parte de instructores internacionales.

Entre todo lo lamentable, una de las grandes enseñanzas que el terremoto del 19 de septiembre dejó a los mexicanos fue la capacidad para organizarse rápidamente y apoyar a las familias que perdieron su patrimonio.

Ejemplo de ello, fue el Escuadrón Hormiga, un grupo de rescate que surgió en Chinameca, en Ciudad Ayala, y que hoy, a un año del sismo, sigue en activo.

Como hormigas surgido en la tierra caliente que vio morir a Emiliano Zapata, el Escuadrón Hormiga arribó ante la necesidad de los propios pobladores de coordinarse para brindar atención a las familias que perdieron sus casas, para recibir los víveres que llegaban de otras partes del país, administrarlos e instalar un albergue temporal.

El 19S mostró la capacidad de los mexicanos para organizarse y apoyar a las familias que perdieron su patrimonio.

Mientras que regiones como Jojutla y Tetela del Volcán recibían diariamente decenas de voluntarios, los habitantes de Chinameca descubrieron pronto que nadie se fijaba en ellos.

Todos nos encontrábamos fuera del pueblo, trabajando, haciendo otras cosas, pero cuando llegamos a casa para saber en qué condiciones estaban nuestros vecinos, nos encontramos con áreas devastadas y gente asustada que necesitaba ayuda en esos momentos

Ricardo Morellano Orozco, Fundadores del escuadrón

Con una experiencia de más de 20 años como rescatista, Ricardo Morellano estuvo al frente del grupo al que se unieron, en su mayoría, personas que no tenían conocimientos en labores de protección civil, pero que poco a poco fueron conformado un escuadrón en el que cada uno realizaba una función distinta, desde la recepción de víveres, la limpieza de los baños del albergue (instalado en la primaria del pueblo), vigilancia y asistencia técnica a las familias que perdieron sus hogares.

El 19S mostró la capacidad de los mexicanos para organizarse y apoyar a las familias que perdieron su patrimonio.

Ante la falta de dictámenes de seguridad, este grupo visitó las casas dañadas para determinar si era seguro continuar habitándolas.

-“Parecíamos hormigas”, recuerda Morellano, riendo.

De Chinameca para Morelos Una vez atendida la contingencia en Chinameca, con casi 70 integrantes, el Escuadrón Hormiga salió del pueblo para colaborar en la atención que seguían requiriendo otras comunidades, principalmente de la región Sur del estado, donde la asistencia social para los afectados siempre fue insuficiente.

Las autoridades municipales atendían las cabeceras, pero se olvidaban de las colonias y comunidades más pequeñas y alejadas, así que nosotros acudimos en su auxilio

Morellano

Escuadrón internacional

A un año del 19S, el Escuadrón Hormiga sigue unido, y aunque la mayoría de sus integrantes han vuelto a sus actividades habituales una vez superada la contingencia, Morellano afirma que en caso de que se necesite su ayuda volverán a integrarse al equipo.

Mientras tanto, el grupo que se ha mantenido firme se ha propuesto capacitarse para estar listos a una nueva contingencia.

Recientemente, el grupo acudió a Oaxaca para especializarse en rescates en espacios confinados y estructuras colapsadas, por parte de instructores internacionales.

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