Los estatutos, normas o reglas que rigen a un partido político deberían seguirse al pie de la letra; sin embargo, para las nuevas generaciones que lideran estos institutos las cosas no son así.
Por ejemplo, en Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) hay una secretaria con funciones de dirigente, la cual se sumó al partido semanas antes del proceso de elección.
Ulises Bravo: los hilos del poder en Morena
En noviembre de 2021 inició la afiliación de militantes en Morena; meses después, en julio de 2022 Ulises Bravo, hermano del gobernador Cuauhtémoc Blanco, publicó en redes sociales una foto con el dirigente nacional de ese partido, Mario Delgado, lo que se interpretó como su posible adhesión a ese instituto en Morelos.
A finales de julio de ese año se llevó a cabo la elección interna en Morena, pero en el caso de Morelos la jornada transcurrió bajo acusaciones de acarreos y compra de votos.
Quien resultó ganador como consejero estatal del primer distrito fue Ulises Bravo, quien llamó a sus detractores a sumar, no pelear y dar continuidad a la cuatroté.
Pero si bien en agosto del año pasado con 27 votos a favor Ulises Bravo fue electo dirigente estatal de Morena, el primero de septiembre el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) aprobó, por unanimidad de votos, cancelar su registro como consejero de Morena, por lo cual quedó sin efecto su elección como dirigente estatal.
Los magistrados argumentaron que Ulises Bravo se postuló en las elecciones de 2021 como diputado por el extinto Partido Encuentro Solidario, por lo que Martha Patricia García Garnica es la secretaria con funciones de presidente en Morena.
Pero Ulises Bravo, quien cuenta con el respaldo del dirigente nacional y a quien se ha designado como impulsor de la cuatroté en Morelos, es quien realmente dirige los hilos del partido.
Tanto Martha Patricia García como Ulises Bravo no aparecen en el padrón de militantes de Morena ante el Instituto Nacional Electoral (INE), lo cual se debe a que recientemente se afiliaron al partido que fundó el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
El PRI y su proceso lento para acreditar militantes
En el caso del Partido Revolucionario Institucional, su dirigente estatal Jonathan Márquez y el presidente del comité de Cuernavaca, Isaí Zebadúa, junto con otros reconocidos personajes del tricolor, tampoco aparecen en el padrón de militantes.
Márquez refirió que para acceder a la dirigencia del partido se debe contar con años de militancia, y él desde los 16 años de edad forma parte del PRI.
Los estatutos marcan que para los cargos municipales y estatales se pide una militancia mínima de tres y cinco años, respectivamente. Isaí Zebadúa explicó que cuando se abre una convocatoria para un cargo de dirigencia en el PRI se debe acreditar la militancia, el cuadro (desempeño de algún cargo, candidato o autoridad electoral) y simpatizantes: “Cuando uno se inscribe al PRI puedes acreditar tu calidad como simpatizante, como cuadro, o únicamente como militante o dirigente y te piden únicamente una documental, es decir, algún nombramiento o comisión, y lo agregas a tu solicitud de afiliación”, dijo.
Indicó que en su caso pertenece al PRI aproximadamente desde 2012 gracias su cuadro o nombramiento en la CTM Morelos, pero con la Reforma Electoral se le ordenó a algunos partidos políticos revisar su padrón de militantes, por lo que se vieron obligados a reafiliarse, lo que lleva un proceso de validación por parte del INE y de la Comisión Nacional de Afiliación Partidista.
La validación es lenta, es por ello que Jonathan Márquez, Isaí Zabadúa, entre otros, no aparecen en el padrón de militantes. Existen otros partidos que sus dirigentes sí figuran como militantes registrados ante el INE, como Julio César Solís, de Movimiento Ciudadano, desde el 1 de enero de 2001; y Dalila Morales, de Acción Nacional, desde el 11 de septiembre de 1998.
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