A cuatro años de la colocación de la primera piedra de lo que sería la estatua monumental a Emiliano Zapata, en el municipio de Ayala, el principal gestor de este proyecto, que contemplaba un parque temático y un museo histórico, Amador Espejo Barrera, dio a conocer que la obra se vio interrumpida durante la pandemia, y que luego no ha sido posible encontrar el apoyo de fundaciones que hagan posible su fundación.
En 2018, la colocación de la primera piedra del proyecto se revistió con una ceremonia a la que acudieron representantes del gobierno estatal. La obra requeriría una inversión total de mil 200 millones de pesos. Por la inversión, fue objeto de críticas ciudadanas, incluso de descendientes de Emiliano Zapata, quienes recriminaban que estos recursos podrían destinarse a otros temas.
“Tres años antes de la pandemia empezamos a planear dónde podíamos colocar la iglesia, la estatua, a sembrar en el cerro. Eso nos llevó cerca de tres años con ayuda de arquitectos, ingenieros y topógrafos que trabajaron de a gratis, por eso nos tardamos mucho. Cuando tenían tiempo, lo hacían; cuando no, pues no se daba”, explica Amador Espejo, cronista del municipio de Ayala.
El monumento, que alcanzaría los 52 metros de altura y sería único en su tipo, se construiría con mármol bruto y estaría acompañado por otros 82 monumentos, dedicados a los héroes que acompañaron al Caudillo durante la Revolución. Para el cronista, contar con este espacio beneficiaría a 16 comunidades de la región en términos de empleo, acceso al agua y salud.
“De entrada va a beneficiar a esos 16 pueblos”, relata Amador.
A cuatro años de que la obra se viera interrumpida, Amador Espejo no descarta la esperanza de que se haga realidad, incluso con el apoyo del presidente Andrés Manuel López Obrador, resaltando sus beneficios culturales, turísticos, comerciales y sociales.
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