El vicario de la Diócesis de Cuernavaca, Tomás Toral Nájera, informó que ante la contingencia el obispo Ramón Castro Castro dará por primera ocasión y de manera histórica la bendición del jueves santo a través de una avioneta a todo el estado.
La bendición se realizará desde las 10 de la mañana hasta las 12 del día y pedirán a los fieles salgan de sus hogares para alumbrar con un espejo.
Tras una semana de efectuar las actividad de culto a puerta cerrada, el también rector de Catedral confirmó que la fe entre los laicos no ha disminuido, al contrario, son tiempos de prueba en las que Dios esta más presente que nunca.
Por otro lado, el presbítero confirmó que la fe entre los laicos no ha disminuido a pesar de que las actividades litúrgicas y pastorales se llevan a cabo desde hace una semana a puerta cerrada, al ser en lo contrario, un momento de reflexión y para estar más cerca de Dios.
Refirió que si bien las indicaciones son claras respecto a no permitir la presencia de los feligreses, estarán pendientes a partir de este domingo para verificar las diferentes parroquias y capillas pertenecientes a la Diócesis cumplan el decreto mandatado por el obispo Ramón Castro Castro.
Son tiempos difíciles que debe llevarnos a repensarnos como ser humano en esta tierra, en el universo, quiénes somos y de qué dependemos, restituir la humanidad a veces perdida. No creo que la fe se pierda, son tiempos de prueba en las que Dios esta más presente que nunca, expresó.
Ante este cambio tan radical en las actividades litúrgicas y eclesiásticas, la Diócesis de Cuernavaca estará al pendiente de que se respeten los decretos emitidos por el jerarca religioso, monseñor Ramón Castro Castro, suspendiendo las celebraciones de manera presencial para los católicos, “más allá de una desobediencia o criterio personal, lo que iglesia pretende es el bien del pueblo de Dios”.
Para los sacerdotes que no cumplan con el decreto, la iglesia católica en Morelos primero les hará un exhorto, en caso de continuar el desistimiento tomarán las medidas establecidas en el derecho canónico y si realmente van contrariamente al decreto en todos los sentidos, pueden llegar a la remoción de la parroquia aunque será cuestión de cada caso.