El Sol de Cuautla cumple 45 años en constante evolución

Cuarenta y cinco años dan para mucho. A los 45, una persona se encuentra en una etapa de plenitud y reflexión, después de haber vivido lo suficiente para entender no solo dónde ha estado, sino también hacia dónde se dirige y qué quiere lograr. Para El Sol de Cuautla, cumplir 45 años en una época de vertiginosa evolución es un testimonio de adaptabilidad, relevancia y compromiso permanente con los principios que guían nuestra profesión y a nuestra casa editorial, la Organización Editorial Mexicana.

La historia de El Sol de Cuautla inició el 8 de noviembre de 1978. En Roma, Karol Józef Wojtyła fue elegido Papa, tomando el nombre de Juan Pablo II. En México, el presidente José López Portillo estaba en la mitad de su sexenio, enfrentando problemas económicos y políticos significativos. Las primeras noticias fueron escritas con máquinas de escribir usadas. Tenían 25 años de uso, pero, en las manos de Adolfo Peña, Irma Álvarez y Samuel Vidal, los fundadores de periódico, parecían nuevas, con una larga vida por delante.

El Sol de Cuautla, una lectura obligada cada lunes. / Gudelia Servín | El Sol de Cuautla

"El PRI, convenenciero", un trabajo escrito por Peña, fue la valiente primera plana de la primera edición. Pronto, El Sol se integraría a la cotidianeidad de los habitantes de la región oriente del estado, convirtiéndose en un nuevo protagonista de la vida pública.

"La empresa se ha convertido en un hogar para mí. Muchas vivencias, regaños, risas, aplausos, felicitaciones y tristeza por quienes ya no están con nosotros. Pero el trabajo en equipo siempre se ha reflejado al lograr la comunicación con los lectores y mantener el prestigio de la compañía", dice Rossana Cortés, asistente administrativo, quien ingresó a la compañía en 1994 y ha vivido aquí experiencias de todo tipo.

En los últimos años, nuestra edición ha atravesado por cambios importantes, muchos de ellos derivados de la transformación tecnológica que inició con el nuevo siglo, desde el traslado de nuestros contenidos a la web y una experiencia más dinámica con nuestros lectores por medio de las redes sociales, hasta la apuesta por trabajos de mayor profundad y un aliento más largo que hoy son publicados cada lunes en nuestro semanario, con información que aspira a ampliar y enriquecer la visión de los ciudadanos.

El Sol de Cuautla y el ESTO hacen frente a los cambios tecnológicos y se mantienen a la vanguardia tanto en la edición impresa como en su edición digital. / Gudelia Servín | El Sol de Cuautla

"Para mí es un orgullo llevar el impreso a todas partes. Es un periódico hecho por profesionales, serio y con mucho prestigio", dice Pablo Vázquez, "El Camaleón", quien lleva 12 años en el área de distribución.

Actualmente, el equipo está integrado por las reporteras Dulce Gaviña y Ofelia Espinoza, el reportero deportivo Óscar García, la fotorreportera Gudelia Servín; Rossana Cortés, Pablo Vázquez y una larga cadena en la que los voceadores también ocupan un papel importante, con el pulso de la OEM.

Al celebrar nuestros 45 años, nos queda claro que el futuro de El Sol de Cuautla, el Hermes de esta parte del mundo, es tan grande como la necesidad de contar con información veraz en un momento en el que la credibilidad, como principio, está en crisis en muchos ámbitos. Por nuestra parte, nos mantenemos apegados a una ética que privilegia la verdad y la justicia social, con el mismo compromiso con el que nuestros fundadores le devolvieron la vida a aquellas máquinas de escribir para consolidar un proyecto que hoy no solo circula, sino que vive, ha madurado y está listo para todo.

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