“¡Ése no lo cortes!, ése es un loco y ésos no se comen”, dijo don Carlos, quien es recolector de hongos silvestres comestibles.
Carlos Guzmán Ruperto pertenece a la comunidad indígena Tlahuica Pjiekakjoo (“lo que yo soy”). Los Pjiekakjoo son uno de los cinco pueblos indígenas que habitan en el Estado de México. Parte de su territorio conforma el Parque Nacional Lagunas de Zempoala, que a su vez forma parte del área natural protegida conocida como “Corredor Biológico Chichinautizin”, el cual comprende parte del territorio de los estados de México, Morelos y Ciudad de México.
Carlos es miembro del grupo de hongueros de Zempoala, quienes colectan, comercializan y consumen las diversas especies de la región. Este grupo de hongueros representa uno de los grupos con mayor conocimiento sobre esta práctica y aprovecha la vasta diversidad biológica del bosque.
Ahora bien, ya que nos encontramos hablando del mundo de los hongos, ¿sabemos realmente qué es un hongo?
Resulta un tanto difícil explicarlo, porque estamos más relacionados con las plantas y animales, pero lo que debe quedar claro es que los hongos no son plantas;éstos al igual que las bacterias y los protistas, forman su propio reino, conocido como fungí.
Los hongos se componen de un conjunto de filamentos microscópicos llamados hifas que en conjunto forman el micelio (una masa algodonosa blanca), ¡éste es el verdadero hongo!
Generalmente, lo que vemos en la superficie con diversas formas y a veces con un “sombrerito” y que también llamamos hongos son los órganos reproductivos de uno de los grupos de hongos conocidos como "basidiomycota". Una de las principales características de este grupo es que requiere de otros seres vivos para obtener su alimento. Para alimentarse, los hongos descomponen su alimento en pequeñas moléculas, que después absorben a través de las membranas de sus células. La mayoría se alimenta de materia orgánica muerta (saprobios), otros son parásitos y otros son depredadores. Durante su reproducción, sea sexual o asexual, producen esporas que permiten su dispersión.
La diversidad de hongos en el mundo es asombrosa y es difícil calcular el número total de especies que podrían existir. Algunas aproximaciones sugieren que en el mundo podría haber más de 1.5 millones de especies de hongos, de las cuales se conocen solamente 4.5 por ciento. En México, se calcula que deben existen alrededor de 200 mil especies, pero solamente se han registrado seis mil, lo cual indica que el conocimiento nacional es apenas de tres por ciento.
Los hongos tienen un papel ecológico muy importante, ya que mantienen la salud de los bosques a través de la simbiosis, que ocurre entre los hongos y las raíces de las plantas. Es así como se sostiene el crecimiento de los bosques naturales.
Asimismo, son importantes para el ser humano, porque sus cuerpos fructíferos son recolectados para alimentación y beneficio económico en más de 80 países. Se conocen más de mil 100 especies de hongos silvestres comestibles en todo el mundo. En México, se consumen alrededor de 200 especies.
Las especies de hongos comestibles pertenecen al grupo de los macromicetos, que son los hongos grandes y visibles, tienen tallo y sombrero. Dentro de este grupo también se pueden encontrar hongos no comestibles, medicinales y tóxicos. Sin embargo, el número de especies tóxicas letales es muy reducido.
¿Cómo diferenciar un hongo comestible de uno tóxico?
Entre muchas comunidades indígenas y rurales, la recolección de hongos para el consumo humano es una práctica común y el conocimiento se trasmite de generación en generación. Tal es el caso del grupo de los hongueros de Zempoala, quienes comentan que uno puede diferenciarlo si pone atención en su forma, color, olor y tamaño.
Por ejemplo, si el hongo presenta un color llamativo o si, al trozar una parte del cuerpo fructífero, se torna de color azul, lo más probable es que sea un “loco” u hongo tóxico. Una de las señales más claras que indica que el hongo es comestible es cuando se puede observar que una parte del hongo ha sido atacada por algún insecto o mamífero, sin embargo esto no es garantía.
Este conocimiento se va adquiriendo a través de la experiencia. Tal es el caso de los hongueros de Zempoala, quienes reconocen y aprovechan alrededor de 80 especies en la región.
El aprovechamiento de los hongos es un claro ejemplo de que el desarrollo de la humanidad depende totalmente de los ecosistemas, ya que a través de sus procesos ecológicos nos proveen bienes y servicios.
Si deseas conocer más puedes asistir a la Feria del Hongo, el 2 de septiembre en horario de 9:00-17:00 horas en el Parque Nacional Lagunas de Zempoala.
Conoce más:
Contacta a las integrantes del proyecto El bosque de los Hongos Azules en Cuernavaca:
hongosazules_ecoturismo@outlook.com.mx o llama al 777 1307533 con Maritza Hernández Pérez, secretaria de dicha asociación.