A 185 años de la llegada del Arroz Morelos a Jojutla, mismo que ha sido galardonado como el mejor arroz del mundo, los productores han tenido sobrevivir a los fenómenos naturales, políticas públicas, así como a los embates del mercado internacional, pues tras la pandemia los arroces delgados y gruesos que invaden el mercado nacional este mes bajaron sus precios por falta de la comercialización.
Uno de los más apasionados promotores turísticos de la zona sur de Morelos es Moisés Cruz Arredondo, quien nos narra que el origen del arroz morelenses se remonta a cuando un productor jalisciense llegó a Jojutla a introducir el cultivo en 1836; empezó en los campos del Jagüey, ahora ejido de Panchimalco, de Jojutla, empezó con un arroz morado de las costas de Guerrero que no tuvo el éxito esperado y dos años después trajo la semilla de arroz blanco de los llanos de Córdoba, Veracruz, que combinados con las características de estas tierras fértiles, la altura sobre el nivel del mar y la abundante agua, dieron paso a una semilla grande y muy rendidora que es el famoso Arroz Morelos, cuyas variedades han sido mejoradas por investigadores del Campo Experimental del INIFAP, en Zacatepec.
“En 1900, Alberto Gómez se llevó el arroz a la Feria Universal de Francia, donde se ganó la denominación del mejor arroz del mundo y una medalla de plata. Premio que dos años después volvió a ganar en Estados Unidos y después en Hamburgo, así como en otras ferias universales”. De ahí que con estos históricos antecedentes productores e investigadores del INIFAP trabajaron arduamente para que en el 2012 se obtuviera la denominación de origen ante la competencia desleal del mercado con arroces falsamente denominados Morelos.
En Morelos sólo hay cinco marcas de este arroz, pero la más importante es la del arroz La Perseverancia de Jojutla, que es la cuna del Arroz Morelos. Lamentable la producción de este arroz no es barata ya que es un cultivo artesanal cuyo rendimiento es 30 por ciento más que otras variedades, de acuerdo a los científicos del INIFAP.
La pandemia y la caída de la comercialización
Para Jesús Solís Alvarado, presidente de los arroceros del sur que abastecen al molino San José, el cierre de los mercados por la pandemia perjudicaron las ventas y lejos de mejorar con la apertura gradual, los precios se cayeron.
“El arroz norteamericano bajó de 13.20 pesos el kilo a 12.20 pesos, el arroz Paraguay que estaba en 20 pesos el kilo se está vendiendo en 18 pesos y el de la competencia, que es el Milagro filipino, está en 25 o 26 pesos el kilo, mientras que el de nosotros, el Arroz Morelos, ya está en 32 y 32.50 pesos el kilo”.
Falta de crédito a productores
La falta de comercialización de este grano a los molinos como el San José de Jojutla, los tiene descapitalizados y endeudados, lo que provocó que se fueran muy lentos con la siembra ante la falta de créditos para los pagos a los productores y para el cultivo, provocando que ante la necesidad los productores recurran a otros molinos.
En el arroz no hay precios de garantía, se mueve de acuerdo a la oferta y la demanda; varios productores obtuvieron avío con el molino Garza de Oro, el molino Buena Vista o con Puente de Ixtla. Este año se está pagando al productor en seis mil pesos por tonelada, a seis pesos por kilo y aunque pareciera que los molinos se quedan con la mayor parte, recordó que los costos de la mano de obra del trabajo de administración y comercialización, envasado, la compra de materiales, energía eléctrica, mantenimiento, facturación, créditos, reparación y las deudas, las cubre el molino, y es lo que muchas veces no ven o valoran los productores.
Persisten las deudas del sismo de 2017
En el sismo del 19 de septiembre colapsó el molino de arroz, perdiéndose parte de la producción del 2016 y 2017, la caída de los muros daño la maquinaria de molinos, clasificadora y envasadora, dejando una deuda con los bancos que habían dado créditos para el cultivo, dejándolos prácticamente en la quiebra.
Sin embargo, pese a que nunca les llegaron los 20 millones de pesos que el gobierno de Graco Ramírez prometió para la reconstrucción, la deuda que arrastraban con los bancos de más de seis millones de pesos bajó a 3.5 millones de pesos, pese a que en los últimos cuatro años cayó la producción.
Cada productor aportó 300 pesos para la reparación del molino, recurso que se les reembolsaría cuando recibieran los 20 millones de pesos que nunca llegaron. Actualmente aún padecen la falta de créditos
Producto artesanal
El arroz morelense es considerado una artesanía debido al esfuerzo y dedicación que cada productor pone para lograr que su producto destaque por su calidad, así lo comentó Víctor Vivar Ramírez, productor de arroz del ejido de Cuautla.
Alrededor del mundo el grano de arroz producido en el estado es considerado como un alimento gourmet, esto por su sabor, rendimiento y calidad.
A nivel nacional los principales productores de arroz son Campeche, Nayarit, Michoacán, Veracruz y Colima; sin embargo, Morelos se encuentra dentro de los 10 estados con mayor producción a nivel nacional y la entidad destaca por la calidad y sabor de su producto, son aproximadamente 938 hectáreas de cultivo y los principales productores son Cuautla, Xochitepec, Emiliano Zapata, Temixco y Jojutla.
La tecnología y las plagas
Víctor Vivar Ramírez destacó que en Morelos aún se debe de trabajar más para poder lograr la excelencia del arroz a través de la capitalización del campo.
José Candanosa Figueroa, presidente del consejo de administración de la asociación Plan de Ayala, misma que alberga a 74 ejidos arroceros de Morelos, opinó que la falta de tecnologías que vayan acorde al desarrollo del cultivo es una de las principales necesidades, pues aplicando la tecnología adecuada podrían superar las dos mil toneladas de arroz que Morelos produce anualmente, pues es una producción pequeña comparada con la que se tuvo hace años.
Salvador Polanco Manzanares, gerente de ventas de la empresa Agroquímicos Guerrero, señaló que la plaga roya es una de las que más afecta el cultivo; sin embargo, la región oriente se caracteriza por las acciones de prevención de los productores, resaltando la importancia que tiene que los productores se capaciten y mejoren las técnicas de cultivo.
Con información de Rosaura Hernández
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