Este 7 de enero se cumplen 37 años de la muerte del escritor mexicano Juan Rulfo. El máximo exponente de la literatura mexicana murió en la Ciudad de México en 1986 a los 67 años después de ser diagnosticado con cáncer pulmonar. El escritor de "Pedro Páramo" y "El Llano en llamas" enfocó su carrera en la creación literaria y la fotografía. Sin embargo, ¿Qué relación tuvo el escritor con el estado de Morelos? ¿Qué hacía Rulfo en Tepoztlán en 1955? Continúa leyendo esta nota para descubrirlo.
¿Quién fue Juan Rulfo?
Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno fue un novelista y cuentista nacido en Apulco, Jalisco el 16 de mayo de 1917. Sus obras se apropian de los paisajes del México rural y del habla de las distintas idiosincrasias. Gracias al apoyo recibido por Margaret Shedd y el Centro Mexicano de Escritores pudo publicar su primer antología de cuentos "El Llano en llamas" en 1953 y su novela "Pedro Paramo" en 1955. Juan Rulfo fue becario de esta institución en los años 1953 y 1954, para después convertirse en asesor de escritura del Consejo Literario por 18 años.
Su segunda pasión, la fotografía, se mantuvo privada hasta después de su muerte, cuando su hijo difundió más de 150 fotografías tomadas por el escritor. El interés por su material visual creció tanto que en 2001 se expuso el catalogo "México: Juan Rulfo Fotógrafo" en el Palacio de Bellas Artes. También, el escritor Carlos Fuentes dedicó un ensayo a analizar sus imágenes, de las cuales, destacó la esencia histórica y humana pues a través de ellas "resucita" al entorno y personajes descritos en sus obras literarias.
¿Qué es el Centro Mexicano de Escritores?
El Centro Mexicano de Escritores era una institución fundada por la escritora estadounidense Margaret Shedd en 1951, que orienta a escritores principiantes a través de criticas de especialistas sobre sus obras y da pie a la publicación de contenidos únicos. Gracias a la iniciativa de Margaret, se consiguió el patrocinio de la Fundación Rockefeller para fomentar la creación literaria de jóvenes con incentivos económicos conocidos como "becas Rockefeller". Actualmente la institución labora como un asociación civil independiente con los mismos fines.
Para distribuir las becas, se conformó el Consejo Literario (cuya labor es comentar y calificar el trabajo de los becarios) que tuvo como integrantes a intelectuales como Alfonso Reyes, Octavio Paz, Juan José Arreola, Carlos Monsiváis, por mencionar algunos.
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Su consolidación como intelectual
Como parte activo del Consejo Literario, Juan Rulfo fungió como uno de los principales críticos en las sesiones organizadas por el Centro Mexicano de Escritores alrededor de México. Estas reuniones, que también servían como talleres literarios, eran dedicadas a un escritor en particular. En ellas se daba lectura a los adelantos de su obra para que los coordinadores y asistentes expresaran su opinión sobre el texto.
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Los debates, discusiones e intercambio de ideas enriquecían este método de trabajo, ya que el participante podía cuestionar el rumbo u origen de su obra. Así, en 1953, Rulfo presentó al Consejo su novela más conocida: "Pedro Páramo". Después de recibir la retroalimentación de sus asesores, el texto que tenía más de 300 páginas de extensión se redujo a la mitad de estas. El escritor también cambió el título de la obra que ideó en un principio como "Los Murmullos" por el de "Pedro Páramo".
Finalmente, "Pedro Páramo" fue publicada por el Fondo de Cultura Económica en 1955, mismo año en que Juan Rulfo participaba en una de las reuniones del Centro en el municipio de Tepoztlán, en el estado de Morelos, pero esta vez, no era su obra su obra la que estaba sobre tela de juicio.
La reunión de Tepoztlán en 1955
Durante la reunión del Centro de Escritores en Tepoztlán, Rulfo fungió por primera vez como asesor y crítico de obras, con observaciones muy puntuales y claras. El escritor ya consolidado ayudó a otros creadores a abrirse camino en el mundo literario. En esa ocasión, el municipio de Tepoztlán en Morelos fue elegido como el destino predilecto por su ambiente tranquilo, místico y su estrecha relación con la naturaleza. Es así, que en la actualidad el denominado Pueblo Mágico es el hogar de artistas dedicados a la música, pintura y escritura.
Pero Morelos no solo sirvió a Rulfo como refugio para su oficio si no también como inspiración y detonante de su obra fotográfica por sus ricos paisajes agrestes, la arquitectura de sus pueblos y sus tradiciones.
Después de laborar como asesor, dedicó las últimas dos décadas de su vida a trabajar como editor en el Instituto Nacional Indigenista.