El ejido de Casasano se fundó el 6 de noviembre de 1924; las tierras se comenzaron a repartir el 28 de agosto de 1925; la antigua congregación, hoy conocido como el ejido de Casasano, ya cuenta con un total de 413.66 hectáreas de tierra productiva, que a través de los años se ha convertido en una tierra fértil que ha consolidado al pueblo.
Sergio Arias Yáñez, presidente del comisariado ejidal de Casasano, informó que recientemente se hizo un vasto trabajo de investigación sobre el ejido, cómo inició y cómo con el paso de los años ha logrado mantenerse como uno de los ejidos más importantes en la producción cañera.
En sus inicios, en la comunidad de Casasano sólo había una superficie urbanizada de 14.74 hectáreas, donde eran habitadas por 315 personas, hoy esta comunidad ha crecido y es un referente nacional, no sólo por la producción cañera y porque ahí se encuentra uno de los ingenios azucareros más importantes a nivel nacional, sino también por toda la labor viverista, ya que se han concretado un importante número de productores y concentradoras viveristas, las cuales sirven como referencia incluso a nivel mundial.
Casasano es un referente en la producción cañera, ya que se desarrolló con base en la industria azucarera de la antigua Hacienda de Casasano, que fue fundada en el siglo XVI; en el año de 1598 se construyó el trapiche para la elaboración del piloncillo. De 1905 a 1910, la hacienda registró muy buenas producciones de azúcar, pero 1912 a 1913 no se tuvo zafra debido a la Revolución Mexicana, los cañaverales y haciendas fueron quemados por los Huertistas en la persecución de Emiliano Zapata.
Luego del periodo de la Revolución Mexicana, la hacienda fue comprada por Juan Barrales Sánchez y reabierta para su producción, fue él quien construyó la empresa denominada “Centenario Ingenio de Casasano La Abeja S.A.”
Hasta la fecha el ingenio de Casasano es uno de los ingenios más prósperos, siendo el ejido que logra reunir los trabajos de producción cañera y viverismo.