Los dulces tradicionales poco a poco se convierten en los preferidos de los morelenses; los llamativos colores, combinados con exquisitos sabores, atraen sobre todo a los más pequeños del hogar, por lo que es común encontrar estas golosinas en festejos infantiles.
Abril es un mes atractivo para estos productos, porque a propósito del Día del Niño, vecinos de los municipios aledaños y de estados como Tlaxcala, Puebla, Estado de México y la Ciudad de México, acuden a realizar compras para regalar a los infantes.
En la comunidad de Huazulco, municipio de Temoac, la temporada alta de producción y venta se da los meses de octubre, noviembre, diciembre y enero, que es cuando las familias se preparan para la llegada de los “fieles difuntos” y las fiestas decembrinas.
Delia Romero Tajonar, quien se encuentra al frente de la tienda “Dulce Tradición”, ubicada sobre la carretera que lleva al centro de Temoac, cuenta con una variedad de dulces típicos, derivados del amaranto, cacahuate, tamarindo y semilla de pipián, elaborados con recetas ancestrales.
Los consentidos son la palanqueta y la alegría, que adquieren un sabor especial con endulzantes naturales como lo son el jarabe de piloncillo y la miel de abeja.
Antes de llegar al centro de la comunidad está el establecimiento “Amaranto Flor de Vida”, donde la familia Barranco Dávila realiza obleas de diferentes sabores: cajeta, avena, capuchino, guayaba, chicle, coco, naranja, chocolate y chamoy, entre otros.
Con información de Gobierno del Estado de Morelos.
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