Este fin de semana, el volcán Popocatépetl mostró una de sus jornadas más activas de tremor armónico, una señal sísmica que refleja cambios en su estado interno, y puede ser signo de desplazamientos de magma.

De acuerdo con el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), durante 24 horas el volcán registró 180 minutos de tremor armónico de baja amplitud, la jornada de mayor actividad en lo que va de julio.

Según los expertos, este tipo de actividad representa uno de los precursores significativos para definir los estados de alerta volcánica. Sin embargo, el semáforo de alerta volcánica continúa en amarillo fase 2.

En las regiones más cercanas al volcán, en Tetela del Volcán, los pobladores suelen describir esos momentos como temblores que se acompañan por sonidos profundos, por debajo de la tierra, en ocasiones de manera prolongada.