Hace una semana el Frente por la Diversidad Sexual en Morelos seguía en pie de lucha exigiendo a las autoridades, no sólo legislativas sino también estatales, dar celeridad al reconocimiento legal de su identidad de género, al advertir que en la entidad “no se puede seguir vulnerando el desarrollo humano y bienestar de las personas trans”.
Desde hace aproximadamente seis años en Morelos, el colectivo LGBT+ ha solicitado de manera reiterada al Congreso de Morelos en turno, la aprobación de la Ley de Identidad de Género que son específicamente reformas al Código Familiar y Procesal Familiar del Estado, para que las personas trans puedan acceder a su identidad jurídica en el estado sin necesidad de recurrir a la Ciudad de México o a la autoridad judicial, como se ha hecho en cinco ocasiones obteniendo resoluciones favorables para la comunidad.
Sin embargo, la realidad es que las ideologías de las fuerzas políticas al interior del Poder Legislativo han mantenido el proyecto de reforma en la “congeladora”, como ocurrió hace menos de un mes por la actual legislatura que por un supuesto error de técnica legislativa dejó para después la votación del dictamen, esto tras señalar que es facultad única del Congreso de la Unión legislar en relación al Código Procesal Familiar.
De acuerdo con la organización Transgender Europe, México es el segundo lugar en el mundo con la tasa más alta de transfeminicidios, sólo por detrás de Brasil. Según datos de la Comisión Independiente de Derechos Humanos (CIDH), la esperanza de vida de una persona trans en el país es de 35 años.
A nivel local, la Fiscalía Especializada en Feminicidio como un hecho inédito, considero el homicidio de una mujer trans como feminicidio; parteaguas para que el transfeminicidio esté incluido en el protocolo de investigación, es decir, si una mujer trans es violentada o asesinada, en primer lugar sería considerada mujer y formaría parte de las estadísticas de este delito.
¿Pero qué implica no aprobar la Ley de Identidad de Género en Morelos?
La discordancia que experimentan las personas transgenéricas y transexuales entre su identidad de género y su sexo asignado de nacimiento se reproduce y agrava debido a su carencia de personalidad jurídica acorde con su identidad de género, confirmó el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), quien resalta “se convierten en indocumentados de su propia patria”.
Dentro del informe el derecho a la no discriminación por identidad y expresión de género documentan que aparte de los prejuicios sociales que les impiden, por ejemplo, acceder al mundo del trabajo formal y al ejercicio profesional por la falta de documentos oficiales, las personas travestis, transgenéricas y transexuales son constantemente agredidas por la policía y los sistemas judicial, educativo, y de salud pública, entre otros, situación que obliga a muchas de ellas al comercio informal e incluso al trabajo sexual comercial.
En Morelos el crucero de Tlahuapan en el municipio de Jiutepec es considerado el paradero número uno donde las chicas trans por falta de inclusión social y laboral, se ven inmersas a ejercer el trabajo sexual, informó Jessica Gama Hernández, presidenta de la A.C. “Movimiento Transgénero Morelos”, quien precisóque las mujeres que realizan este oficio son residentes principalmente de municipios como Cuernavaca, Emiliano Zapata, Jiutepec y Temixco.
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El organismo apunta también que las personas trans han recibido tratamiento médico inadecuado en los hospitales públicos o privados e incluso se les ha negado el servicio a causa de su identidad de género. Asimismo, las personas trans confinadas a prisión, a pesar de habérseles diagnosticado disforia de género, manifiestan con frecuencia no tener acceso a tratamientos médicos como la hormonoterapia, y son asignadas a cárceles incompatibles con su condición sexogenérica.
“En suma, puede afirmarse que la condición de las personas transgenéricas, transexuales y travestis ha sido y sigue siendo tomada por las autoridades (y en general por la sociedad) como si se tratara de una enfermedad vergonzosa, una desviación, perversión o anormalidad, lo que provoca estigmatización, discriminación, exclusión y violencia contra este grupo”.
Es por ello, que tanto Conapred como la misma Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) han conminado de manera reiterada al Congreso de Morelos legislar para todos, combatir la discriminación por identidad de género y sumar a las diez entidades federativas que han vuelto realidad dicha iniciativa.
SITUACIÓN DE LAS PERSONAS TRANS EN MÉXICO
• México es el segundo lugar en el mundo con la tasa más alta de transfeminicidios, sólo por detrás de Brasil.
• La esperanza de vida de una persona trans en el país es de 35 años.
• Las personas travestis, transgenéricas y transexuales son constantemente agredidas.
• En Morelos, mujeres trans de Cuernavaca, Emiliano Zapata, Jiutepec y Temixco se han visto obligadas a ejercer la prostitución.
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