A medida que ha avanzado la pandemia de Covid-19 los estragos que ha dejado a su paso han sido más evidentes, pero no sólo hablamos en materia económica, educativa y de salud sino también en la vulneración de derechos a personas LGBTTTIQ. Según un estudio de las Naciones Unidas, la emergencia sanitaria se ha traducido en cinco puntos fundamentales de crisis relacionados con violencia, discriminación y criminalización hacia la comunidad.
De acuerdo al mandato de las Naciones Unidas “Experto independiente en orientación sexual e identidad de género” (IE-SOGI por sus siglas en inglés), el Covid-19 ha tenido un impacto desproporcionado en las personas LGBT+; que, con pocas excepciones, la respuesta a la pandemia se reproduce y exacerba los patrones de exclusión social y violencia ya identificados por la organización.
Con base a una investigación hecha a más de mil individuos de más de cien países, IE-SOGI informó que, debido a la inestabilidad socioeconómica, la imposibilidad de salir de entornos abusivos, así como el agravamiento de la ansiedad y otras condiciones preexistentes relacionadas con el bienestar mental y emocional, las personas LGBT+ han sufrido un impacto significativo de la pandemia.
Los servicios de emergencia han informado una percepción de deterioro de la salud mental y una mayor demanda de asistencia psicológica: una presentación reveló un aumento de 4 veces en los casos en los que una persona llamaba contemplando el suicidio.
El estudio revela que las personas LGBT+ que se encuentran sin hogar ahora se ven obligadas a depender de programas de vivienda social y refugio que no son seguros para las poblaciones estigmatizadas, enfrentando también el dilema de vivir en espacios comunes abarrotados o verse obligados a regresar a familias y comunidades hostiles, toda vez que en su gran mayoría laboran en sectores que se vieron severamente afectados por la pandemia, teniendo en ciertos casos que cerrar o despedir personal, como son los restaurantes.
Se señala que el uso de vidas LGBT+ como chivo expiatorio y combustible para el odio también se puso de manifiesto en las respuestas a la pandemia. Las personas LGBT+ están siendo señaladas, culpadas, abusadas, encarceladas y estigmatizadas como vectores de enfermedades durante la pandemia de Covid-19; confirmaron que existen muchas declaraciones de líderes religiosos y políticos que culpan de la pandemia a la existencia misma de personas de la diversidad sexual, sus familias, grupos sociales e instituciones.
Además, según datos de una encuesta global se encontró que el 23 por ciento de los participantes que viven con VIH habían perdido el acceso a los proveedores de atención a la enfermedad como resultado de las medidas de aislamiento social del Covid-19.
Ante ello, la organización de las Naciones Unidas recomienda a la población en general, pero en particular a las autoridades en turno, aplicar medidas de no discriminación, generar una verdadera participación con todos los sectores de la sociedad, así como lograr empoderarlos a través de políticas públicas encaminadas a sus necesidades, destruyendo estigmas y patrones hacia la comunidad de la diversidad sexual, pero siempre trabajando en conjunto y de la mano con el mismo colectivo.