La pandemia de Covid-19 ha traído importantes cambios económicos a nivel nacional e internacional, pero también ha dejado al descubierto la vulnerabilidad de los sistemas de salud a nivel República como estatal, un ejemplo es que este 2020 no todas las personas pudieron acceder a las pruebas de detección del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), al tratamiento y a la atención.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) debido a las deficiencias en los servicios para el VIH, en 2019 murieron 690 mil personas por causas relacionadas con el VIH y 1.7 millones de personas se infectaron. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), informó que en 2019 fallecieron 5 mil 323 personas por causa del VIH, con una tasa de 4.2 casos por cada cien mil personas.
En México los casos de VIH disminuyeron este año ante la inactividad de las labores en la Secretaría de Salud, durante el tercer trimestre se identificaron dos mil 303 nuevos casos registrados en la dependencia federal, es decir, 5 por ciento menos que las detecciones del trimestre previo a la pandemia; mientras que a principios de año la Secretaría de Salud federal reportaba un promedio de 200 nuevos casos semanales de VIH.
A esto se sumó, indicaron activistas, la negativa por parte de las instituciones a hacer todo tipo de estudios de laboratorio para evitar aglomeraciones en los centros de salud, lo que detuvo el seguimiento del avance del VIH en las personas que enfrentan día a día este virus que daña el sistema inmunológico.
De los dos mil 303 nuevos casos, el 43 por ciento fueron personas entre 15 a 29 años, seguida por personas de 30 a 44 años de edad. Durante el tercer trimestre de 2019 se informaba de un total de 4 mil 451 personas diagnosticadas.
Lo anterior, según datos del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/Sida (Censida), este año se han realizado 846 mil 649 pruebas, de las cuales 92 mil 134 corresponden a detecciones realizadas en unidades médicas especializadas de VIH (CAPASITS y SAIH).
Al estratificar por sexo la información al tercer trimestre, se observó que, los grupos de mayor incidencia al segundo trimestre del 2020 fueron hombres de 15 a 29 años y de 30 a 44 años con un 44 por ciento y un 42 por ciento respectivamente, seguido por mujeres de 30 a 44 años con un 40 por ciento, resultados consistentes con el trimestre previo.
De acuerdo al estudio del Censida la población de la diversidad sexual mantiene las cifras más elevadas de porcentaje en detecciones positivas al VIH, los hombres que tienen sexo con hombres en un 15.2 por ciento, mientras que la población TTTI (transexual, transgénero, travesti e intersexual) con un 7.4 por ciento.
Así mismo, las personas que se inyectan drogas en un 3.1 por ciento, y hombres y mujeres que realizan trabajo sexual, 5 y 0.6 por ciento, respectivamente.
Al 30 de septiembre del 2020 se tiene registro de 107 mil 046 personas en Tratamiento Antirretroviral (TAR) con estatus activo en la plataforma SALVAR de la Secretaría de Salud; en Morelos la población seropositiva con más incidencia son los hombres de 60 y más, mil 636; hombres de 45 a 59 años, 710; y hombres entre 15 a 29 años, con 458 casos.
Por ello, hace dos semanas activistas y colectivos a favor de la comunidad LGBT+ exigieron a los senadores y diputados locales no derogar las modificaciones a la ley que desaparecen el Fondo de Salud y sus 33 millones de pesos, denunciando sin los recursos suficientes de este fondo se dejaría en desamparo e incertidumbre a las personas que viven con VIH.
Por su lado, el Censida, aseguró en un comunicado oficial, los recursos que se destinan a la compra y distribución de medicamentos antirretrovirales para la atención de las personas que viven con VIH y los antivirales al tratamiento de hepatitis C están garantizados, dándole continuidad a la atención de las personas para el año 2021 y siguientes ciclos.
