El nivel de discriminación de las mujeres en el ámbito laboral aún es alto, con bajos salarios y con recortes de personal, específicamente entre los sindicatos, afirma Juliana García Quintanilla, integrante de la Comisión Independiente de Derechos Humanos.
“A pesar de que hay avances tan importantes en materia legal en la defensa de los derechos laborales para las mujeres, se sigue agrediendo, hostigando, discriminando y haciendo a un lado la participación de las mujeres, aunque la mano de obra femenina está presente en todos los ámbitos laborales”.
Asegura que al interior de la mayoría de los espacios sindicales en la entidad existe una disminución considerable en los sueldos, en comparación con los de los hombres, aunque sea casi imperceptible.
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Lamentó que la situación de desigualdad se dé en todos los sectores, y debido a estas causas de discriminación, recortes, incluso limitaciones en la edad, las mujeres no tengan las mismas oportunidades que los hombres.
“Hay un gran número de mujeres profesionistas que están dando la batalla, por ejemplo, no es casualidad que sea la primera vez que hay una mujer rectora en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos. En el Sindicato de la Tecnología del Agua, que se intenta desaparecer, hay mujeres investigadoras y en el área administrativa, que se ven afectadas en sus derechos laborales por la dinámica de iniciativa supuestamente innovadora, que presenta esta administración”.
Hoy en día, afirma, existe una precariedad laboral muy marcada para las mujeres, al no haber muchos programas específicos por parte del gobierno que apoyen al sector femenino, menos empleos formales y no poder acceder a apoyos y prestaciones, lo que ha generado un alto índice de autoempleo y emprendimiento, que incrementó durante la pandemia y los años siguientes con el cierre de empresas y el recorte de personal.
Fomentan el autoempleo
Con el objetivo de brindar un apoyo y la enseñanza de algún oficio o técnica artesanal que repercuta en la vida laboral y económica de las mujeres, en Morelos, hay diversos organismos públicos que se enfocan en romper los círculos de violencia que llegan a sufrir las mujeres en sus hogares o en el ámbito laboral y fomentan la autonomía económica.
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Generalmente suelen dar cursos y talleres principalmente de gastronomía, fitocosmética, belleza, estética y artísticas, en la elaboración de productos y servicios para fortalecer su autonomía; brindándoles además la capacitación necesaria para desarrollar sus temas de negocio, cómo crear su marca, cómo vender, en cuánto vender e incluso darles espacios para comercializar, que generalmente son cooperativas y mercaditos.
De acuerdo con Lorena Castillo, directora del Instituto de la Mujer de Cuernavaca, el 40 por ciento de las mujeres que toman estos talleres, cursos y capacitaciones, son madres solteras y en su mayoría, tienen más de 30 años de edad.
Dijo que con estos talleres buscan darles a las mujeres posibilidades de que puedan tener un negocio formal, con todos los elementos que deben ser administrativamente hablando.
Entre las mujeres que se capacitan, sólo algunas desarrollan una actividad comercial de autoempleo, vendiendo de manera permanente en los mercados, cooperativas o a través de Internet.
De acuerdo con la funcionaria, lo anterior debido a que muchas quizás no están interesadas en tener un negocio propio, pues algunas solo toman los talleres por ciertas actividades y no tienen una necesidad inmediata de dedicarse de lleno a esa labor o tal vez por el desconocimiento de lo que pueden lograr.
Durante muchos años, las mujeres han estado sumidas en ser cuidadoras, proveedoras y prácticamente jefas de familia, desafortunadamente no todas tienen la oportunidad de tener un trabajo con prestaciones de ley y seguridad social, por lo que recurrir al auto empleo es su única opción.