Hace más de una década que Alma Grisela Nieto desconoce el paradero de su hijo Diego Armando Nieto, quien desapareció el 13 de agosto de 2011. A pesar de que la Fiscalía General del Estado (FGE) le comunicó que las líneas de investigación se agotaron, ella no pierde la fe de encontrarlo.
Aun con el corazón roto, incertidumbre y el ambiente hostil del estado, Alma Grisela tiene la fuerza para solicitar a la Fiscalía General de la República (FGR) intervenir en el caso, “ya no creo en las autoridades de aquí, en doce años no han hecho nada”, fueron sus palabras.
Este 14 de agosto frente a la ofrenda de víctimas en las puertas del Palacio de Gobierno, la madre de Diego rompió en llanto al recibir unas palabras de aliento por parte del Vicario de la Diócesis de Cuernavaca Tomás Torral, “estamos con nuestra hermana Grisela para hacerle saber que estamos con ella, nos unimos a su pena”, mencionó.
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Tras doce años de la desaparición de Diego Armando, su madre al fin obtuvo la reparación del daño a través de un apoyo económico e integral, sin embargo esto no es suficiente para sanar el dolor de una familia, “perdón hijo por aceptar esta ayuda, no hay dinero que alcance o se compare con tu vida”, manifestó Alma Grisela.
Grisela Nieto convoca cada año a los medios de comunicación, a la Diócesis de Cuernavaca y la Comisión de Víctimas del estado a conmemorar fechas significativas como el cumpleaños de su hijo, el día de las madres.
A Diego Armando se le vio por última vez el 13 de agosto del 2011 cuando salía de su domicilio en la Unidad Morelos de Xochitepec.
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