Desmitifican curas contra la Covid-19

El replicar recetas sin ningún sustento puede incluso empeorar el estado de salud del paciende, según investigador

Katy Cárdenas | El Sol de Cuernavaca

  · jueves 7 de mayo de 2020

Cortesía | Érika López

El investigador del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) e integrante de la Academia de Ciencias de Morelos, Alejandro Sánchez Flores, reconoció que el surgimiento de mitos alrededor de la Covid-19 por parte de la ciudadanía se deriva ante algo nuevo que vulnera la vida humana, por ello la tendencia es que la población, en su mayoría, busque una explicación “mágica” de lo que sucede y poder alcanzar la solución que nunca llega o incluso empeora la realidad.

Es por lo novedoso de la situación, que este caso es generada por un virus, esto vulnera la vida y hace que se buque otra explicación, una especie de pensamiento mágico que puede traducirse en una receta o remedio inmediato y que sea fácil creer en ello

Dicha soluciones aparentemente inmediatas hacen que la gente evite creer en la existencia de dicho padecimiento. Explica: “La realidad es que el virus existe, que si bien es cierto hace cinco meses no lo conocíamos, hemos aprendido mucho, aún así sigue siendo desconocido para la población por ello resulta fácil creer en remedios mágicos”.

Mitos como el hecho de ingerir alcohol para combatir el virus dentro del cuerpo “no tiene fundamento, yo le pido a la población que asuma más un pensamiento crítico, que es lo que se aplica en la ciencia y antes de tomar cual o tal cosa, cuestione por qué, si es un remedio, por qué y cómo funciona, si funciona para todos, si tienen pruebas sólidas y no anecdóticas y que sean reproducibles, es decir que la respuesta sea la misma siempre”.

El investigador de la máxima casa de estudios nacional, habló sobre otro aspecto que tiene que ver con el clima y las altas temperaturas respondiendo que “son asociaciones espurias, todo va a depender de la temperatura que se alcance, esto debe tener en cuenta un contexto, si el virus se encuentra en un objeto o una superficie sí tendrá efecto, y la temperatura debe alcanzar los 65 grados e inactivarlo con lo caliente de un alimento, por ejemplo, o cuando hierves el agua a 100 grados, solo aquí es cuando se hace una diferencia.

"Al ingresar el virus al cuerpo se vuelve isotérmico, es decir que regulará su temperatura entre los 37 grados, es por ello que el cuerpo eleva su temperatura para tratar de atacar al virus pero no lo suficiente para matarlo”.

Lo cierto del virus, enfatizó el científico, es que “existe, que nos puede enfermar a cualquiera y causar daños, porque incluso se ha demostrado que aún cuando el paciente no tengan síntomas como fiebre, tos y dificultad para respirar, puede morir de hipoxemia o causar daños irreversibles en el humano.

“El hecho de que solo los adultos mayores estén en riesgo no es totalmente cierto, sí tienen una mayor incidencia en mortalidad pero no son la única población; en México se observa que la población entre los 40 y 50 años son los que más se están infectando pero se desconoce si es porque tienen una mayor movilidad o existe otra variable biológica”.