Cuatro binomios caninos de la unidad SAR-K9 de búsqueda y rescate de la Cruz Roja Mexicana, en su delegación de Morelos, participaron en el desfile cívico militar que se llevó a cabo este 2 de mayo para conmemorar los 212 años desde el rompimiento del Sitio de Cuautla de 1812, que inició el 19 de febrero de aquel año.
Los perritos no saben de historia, pero llegaron aseados y uniformados para unirse a los contingentes del Ejército mexicano, la Marina y la Guardia Nacional.
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Se trata de los canes que integran la unidad de búsqueda y rescate estatal, quienes han participado en acciones de rescate no solo dentro de Morelos, sino también en otras partes del país y del mundo:
“Tenemos unos perros de búsqueda y rescate para estructuras colapsadas y búsqueda de personas desaparecidas en grandes áreas, como bosques. Para eso entrenamos”, explicó Michael Klaüs, Coordinador Estatal de la unidad SAR-K9 de la Cruz Roja en Morelos.
De acuerdo con el coordinador de la unidad, el estado de Morelos cuenta con ocho perros, de los cuales tres están certificados para ser operativos: dos para buscar y encontrar personas vivas, y uno para hallar personas sin vida.
“Hemos participado en varias actividades de búsqueda en campo, donde se han extraviado turistas, gente que trabaja en el campo y otros trabajadores, y también hemos trabajado fuera del estado: en Puebla, en el Estado de México, y también en Turquía”, explicó.
¿Cómo desfilaron los perritos?
Izzi, la binomio de Klaüs, lucía emocionada antes de iniciar la marcha. De acuerdo con su dueño, los canes que integran el equipo son entrenados en escenarios parecidos a los que se suscitan cuando ocurren los desastres, con mucho ruido y en terrenos de todo tipo.
En realidad, los perritos no avanzaron a pie, sino que lo hicieron desde las unidades de la Cruz Roja.
“Desde chiquitos los acostumbrados a todo eso, porque siempre va a haber situaciones donde hay mucho ruido, gente gritando. Para ellos esto no es un trabajo, sino un juego, y procuramos que sea en positivo”.
Para participar en el desfile, como ocurre en sus participaciones en los desastres, los canes estuvieron acompañados de un veterinario, recibieron hidratación y alimento y sus heces fueron recogidas por sus compañeros de trabajo humanos.