Ocho de cada 10 madres que acuden a terapia al Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI) y que son económicamente productivas, se sienten culpables por no dedicarle más tiempo a sus hijos pequeños. Impedidas de hacerlo por las demandas de su empleo, sus hijos pasan gran parte del día en guarderías, en centros escolares, asistiendo a cursos por la tarde o son cuidados por algún familiar, o bien, permanecen en sus hogares solos o al cuidado de un hermano mayor: "A veces las mamás se sienten extrañas ante la mirada de sus hijos, aparece la culpa y ésta es la que rige las relaciones con los pequeños. A ello puede sumarse el chantaje que pueden manifestar los niños y adolescentes", explicó la Dra. Claudia Sotelo Arias, directora de CEEPI.
La especialista afirmó que por un lado las mujeres no pueden ni quieren, y no es recomendable, renunciar a su vida profesional o laboral, pero por otro lado desean estar más tiempo con sus hijos. No obstante, "Existe otro grupo de mujeres que sí optaron por renunciar a su trabajo. Lo que sucede, en muchos casos, es que sienten sacrificadas y eso generará frustración en ellas y transmitirán culpas en los niños, porque sabemos que 'el sacrificio' de las madres produce chantajes a futuro a los hijos. Según lo que hemos notado en nuestra clínica, la mitad de las mamás que ya no trabajan y se concentran al cuidado de su hijos, manifestaron algún grado de frustración", explicó.
¿Qué hacer entonces? Según Sotelo Arias es necesario que las mujeres que tienen el privilegio de ser madres comprendan que en la vida hay tiempos para realizar todo lo que está a su alcance. "Por las etapas del desarrollo psicológico infantil sabemos que los primeros cinco años de vida son fundamentales. De ahí se construirá la personalidad que regirá al ser humano el resto de su vida. En esta etapa, las madres deben estar presentes sino con tiempo, sí con calidad. Después de ese lapso los niños se vuelven más autónomos y es el momento para que las madres emprendan nuevas metas y tareas", comentó.
La especialista explicó que la culpa se presenta con mayor frecuencia en madres solteras, divorciadas y en empleadas con un horario laboral de más de ocho horas al día; "pero no exime a las profesionistas con puestos gerenciales, directivos o emprendedoras, ya que también tienen una rutina laboral intensa. Es un fenómeno de nuestros tiempos y es necesario concientizarlo para matizar la culpa y así las madres puedan tener relaciones afectivas más sanas con sus hijos", indicó.
CEEPI recomienda a todas las madres que están viviendo algunos de estos escenarios contemplar alguna posibilidad de asistir a una terapia o acompañamiento psicológico.