De acuerdo a la tradición, cada 12 de diciembre losniños católicos son vestidos de “inditos” o “lupitas”,como una forma de recordar el día en que la Virgen de Guadalupe semostró en el Cerro del Tepeyac a San Juan Diego.
Sin embargo, esta costumbre se ha ido perdiendo, enparte debido a que los padres jóvenes tienen desinterés en estatradición, pero también por la falta de recursos económicos.
Desde ayer, en la parte lateral del Zócalo secomenzaron a instalar los puesto de venta de trajes de“inditos”, cuyos costos van de 100 a 200 pesos, con accesoriosdesde los 10 hasta los 50 pesos, sin embargo, a pesar de que loscostos no son tan elevados, es poca la gente que se ha mostradointeresada en comprarlos.
En un sondeo realizado por El Sol de Cuautla, laseñora Soledad Maldonado dijo que este año no le comprará trajea su hijo de casi cuatro años, “ocuparé el de hace un año,aunque le queda ya un poco chico, pero la economía ahorita noestá para eso”.
Por su parte, Genoveva Soriano, dijo que aún cuandosí cree en la virgen, piensa que no le dará tiempo de traer a sushijos a la iglesia, pues es un día laboral, “sí me gustaríavestirlos, porque es una tradición que conozco desde que eraniña, pero las ocupaciones que tengo, al ser madre soltera, meimposibilitan venir ese día a la iglesia”. Vestir a los niñosde “inditos” o “lupitas” es una tradición, pero tambiénes una representación fiel de la evangelización, representando elamor hacía la Virgen de Guadalupe.
Comerciantes dedicados a este actividad reconocieronque por el momento las ventas están bajas, “esperamos que eldomingo y el mismo día lunes se incrementen, pues aun tenemosesperanza de que las familias católicas no dejen pasar esta bonitatradición”.
Reconocieron que el que esta costumbre se estéperdiendo es por la crisis económica que se está viviendo, asícomo también por la pérdida de valores morales y por laintroducción de nuevas religiones.