Emilio Escalante Méndez saltó de vender productos de ferretería a ser el único distribuidor de vacunas antirrábicas para el sector público. Durante años, su negocio se benefició del anexo técnico de los lineamientos de la Semana Nacional de Vacunación Antirrábica Canina y Felina.
Cada año, este documento se redacta y aprueba en la subdirección de rabia y otras zoonosis del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece), cuya titular es amiga de Emilio Escalante.
Para entrar al campo de la salud, Emilio Escalante creó la empresa Dequivamed en julio de 2004. En ella, además de ser el administrador único, tiene el 99.95 por ciento de las acciones; el resto están a nombre de su hermana Alma Rosa Escalante Méndez, quien también es representante legal de la compañía, de acuerdo con las actas notariales que se obtuvieron en el Registro Público de la Propiedad.
El objeto social con el que comenzó Dequivamed incluía el establecimiento de consultorios, clínicas, sanatorios, laboratorios clínicos y otros servicios; no decía nada sobre distribución y comercialización de vacunas. Esa actividad se le agregó en mayo de 2010, casi un año después de que los gobiernos de Jalisco, Nayarit y el Estado de México ya le habían adjudicado contratos a la empresa para la compra de vacunas antirrábicas caninas.