El pasado 28 de diciembre, más de 67 familias de la colonia Cerro Vista Hermosa de Jiutepec, cumplieron tres meses sin casa, luego del derrumbe que se registró en septiembre pasado; de todos ellos, 20 personas permanecen en el albergue y la mitad tuvo que pasar Navidad en ese refugio a la fuerza.
“Unos pasamos Navidad ahí y otros con su familia, pero el mismo viernes (24 de diciembre) querían echarnos para afuera, querían cerrar el albergue pero había personas que no tienen donde ir”, afirmó el señor Jesús Hernández Mendoza.
Todo este tiempo ha sido muy complicado para todas esas familias, más para las que no tienen otra opción que permanecer en el albergue y sobrevivir como pueden, pasando frío, hambre y en la incertidumbre de no saber hasta cuándo seguirán así.
“La pasamos muy mal, yo ya me estresé, ya me desesperé porque no es lo mismo vivir en tu propia casa que en un lugar prestado. Nos están dando comida echada a perder de tres o cuatro días y ya no hay despensas. El ayudante municipal y el alcalde tampoco”, denunció.
Hasta el momento, ninguna autoridad les ha dado información sobre su posible reubicación, aunque algunos han escuchado que podrían ser enviadas fuera del municipio de Jiutepec, situación que les inquieta demasiado.
“Les pido que nos reubiquen, pero nos quieren sacar de Jiutepec y nosotros somos de aquí. Nos quieren mandar a otros municipios; se oyen rumores como Alpuyeca (en Xochitepec), Yautepec, Tezoyuca (en Emiliano Zapata) y supuestamente está también El Capiri (en los límites de Jiutepec con Tepoztlán)”.
Esa última opción es la más viable para los afectados, pues los otros sitios quedan a por lo menos dos horas de camino en transporte público, así que no están dispuestos a ser enviados tan lejos de su lugar de origen, afirmó Jesús.
“Queremos que ya nos reubiquen y que nos digan de a cuánto nos va a tocar, porque yo perdí dos predios, más o menos como un millón de pesos porque yo tenia ahí dos casas y apenas el 15 de septiembre echamos el colado en una de esas viviendas que son de las que no sed cayeron”.
De ellos dependerá saber si solo esas 67 familias son las afectadas o el número podría ser mayor en caso de que el perímetro se ampliara a otras viviendas.
Pero en medio de esa desesperación que esas 20 personas están viviendo, algunos están dispuestos a regresar a sus casas, a las que siguen de pie dentro del perímetro que colocó la autoridad de PC del municipio y del Estado.