El 30 de septiembre es festejado en Morelos por ser el aniversario del natalicio de José María Morelos y Pavón, pero para el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) también es un día importante porque fue en tal fecha, pero hace 55 años, cuando el Museo Histórico del Oriente de Morelos, ubicado en Cuautla, abrió sus puertas.
Para conmemorar esta fecha, el INAH llevó a cabo un conversatorio virtual en el que participó el director del Centro INAH Morelos, Víctor Hugo Valencia Valera; el investigador Luis Miguel Morayta Mendoza, con más de cuatro décadas de colaboración en este instituto; Roxana Galindo Cortés, maestra en arquitectura y colaboradora del instituto; y Uriel González Hernández, profesionista en Gestión del Patrimonio Cultural del Museo.
Durante el conversatorio, Valencia Valeria rememoró la importancia del trabajo desempeñado por el antropólogo Carlos Barreto Mark, quien estuvo al frente del espacio desde la década de 1980, para convertirlo en un ejemplo de proyecto cultural. Por su parte, Morayta Mendoza destacó los logros que alcanzó el museo durante la gestión de Barreto Mark, cuando llegó a convertirse en la sede de encuentros de artistas nacionales, como el Primer Encuentro de Narradores, encabezado por el escritor José Agustín en 1983 y los encuentros de corridistas que también se realizaron en los 80.
“Esta es una joya de la identidad y de la esencia morelense”, consideró el investigador.
Un monumento histórico
El Museo Histórico del Oriente de Morelos “Casa de Morelos” se encuentra en el centro de Cuautla. Se trata de un edificio del siglo XVIII, si bien existen indicios de que pudo haberse construido desde el siglo XVII, según explicó la arquitecta Roxana Galindo, durante los trabajos de rehabilitación que se efectuaron en el sitio en 1992 se encontraron asentamientos prehispánicos, como osamentas y cerámica, que datan del periodo preclásico. En la actualidad, el lugar es conocido por haber sido habitado por José María Morelos y Pavón, durante su estancia en Cuautla antes de la batalla del Sitio de 1812, cuando los habitantes se enfrentaron al ejército del realista Félix María Calleja.