A unas horas de que se actualice el semáforo de riesgo a nivel nacional, el estimado no es alentador, dijo el secretario de Bienestar Social y Valores del Ayuntamiento de Cuernavaca, Rafael Valdovinos Galindo, pues el mejor de los casos que pueda pasar para la entidad sería continuar en color amarillo y no regresar al naranja.
Ante el repunte de casos que ha mostrado la capital del estado durante las últimas semanas, el funcionario dijo que existe un enorme riesgo de volver al semáforo color naranja el próximo lunes 7 de diciembre marcando un impacto negativo en la economía y la movilidad de la ciudad.
“La realidad es que no son para nada optimistas las estimaciones. Esperamos que en el mejor de los casos nos mantengamos en el color amarillo pero los números demuestran que muy probable es que terminemos en semáforo naranja inmersos prácticamente a la mitad de este riesgo y nos da una perspectiva muy compleja para la siguiente semana”.
En la semana que cerró el domingo pasado, la capital acumuló 105 contagios nuevos, cuando en las semanas previas lo más alto alcanzaba los 55 o 60 personas positivas.
“Es el pico más alto a consecuencia de lo que pasó en el mes de noviembre; es muy muy alto; en lo que llevamos de la pandemia no habíamos rebasado los 105 casos en una semana, entonces es el pico más alto de lo que habíamos tenido en los 8 0 9 meses”.
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Rafael Valdovinos confió en que sea el mismo lunes cuando el Cabildo de Cuernavaca pueda alcanzar acuerdos para materializar la Ley que regula el uso de cubrebocas, obligando a la población a utilizarlo.
“Evidentemente será un impacto negativo para la economía, sobre todo cuando se acercan las fiestas navideñas que significarán un gran impacto en los bolsillos de la ciudadanía; entiendo que la gente está cansada de toda esta contingencia, pero aún estamos a mitad de la pandemia”.
El repunte pudo haber sido por las festividades del Día de Muertos y el Buen Fin, aceptó, ya que la movilidad en la capital alcanzó hasta un cien por ciento más.