Vecinos de El Salto de San Antón comparten que la condición de abandono y soledad en la que se encuentra, no la habían visto en al menos 70 años.
Doña Isabel, vecina de dicho parque, cuenta que hace años la gente venía en excursiones, otros en familia a desayunar y comprar artesanías, pero después del temblor al haber resultado dañadas las estructuras, la población tiene miedo de entrar a la cascada a pesar de que se encuentra abierta.
Piden al Ayuntamiento de Cuernavaca darle mantenimiento al lugar, ya que entre ellos se han organizado para pagarle a una persona y haga trabajos de limpieza.
Guías de turista sufren los estragos de la pandemia
Hugo Balbuena, guía de turista desde hace 20 años en Cuernavaca llama al turismo local a acudir a este tipo de servicios para conocer la historia de los monumentos históricos instalados en la capital como la Catedral y el Palacio de Cortés, pues el semáforo rojo ha alejado a los visitantes de otras entidades.
En años anteriores atendía a un mínimo de dos grupos al día, actualmente “si bien me va uno por semana”, el resto de sus compañeros han optado por realizar otros trabajos.