El aspirante a la dirigencia nacional de Morena, Gibrán Ramírez Reyes, en campaña por Morelos aseveró que su candidatura no tiene padrino ni respaldo de nadie.
Lamentó que gradualmente con la cúpula que tenía a cargo su partido se ha ido convirtiendo en un "perrede" por las corrientes.
Apostó por acabar con el oportunismo político como ocurrió con Cuauhtémoc Blanco y otros que no han sabido estar a la altura del proyecto de la 4T.
"En un momento se tuvo que aceptar a candidatos como Cuauhtémoc Blanco porque el objetivo era ganar o ir a palacio o a la chingada y López Obrador optó por Palacio lo primero y es que no pensó nadie que Blanco se iba a superar como mal gobernante", aseveró Gibrán Ramírez Reyes.