Alejandro Vera Jiménez, el ex rector, como le gusta ser llamado, fue nominado candidato a la Gubernatura de Morelos en una de las etapas más difíciles de su vida, enfrenta aún procesos jurídicos por presuntos desvíos de recursos por lo que él llama una persecución política, aún con ese cúmulo de problemas, hubo muchos partidos interesados en nominarlo, aunque anticipa “yo no los busqué, me buscaron”. Explica que desde 2015 tuvo una relación institucional con diversos partidos y luego vinieron los ofrecimientos, primero del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena); luego del Revolucionario Institucional (PRI); posteriormente del Humanista, con el que no se pudo completar el registro; y finalmente vino la invitación de Nueva Alianza, que a la postre lo nominaría.

Y sobre la diversidad de partidos que le han postulado y su propia posición ideológica, asegura:

“quisiera coincidir en que todavía los partidos mantienen sus plataformas ideológicas, son respetuosos y tienen proyectos ético-político congruentes con sus plataformas ideológicas, creo que se ha perdido totalmente, vivimos en un pragmatismo político en donde lo que interesa es asumir el poder por el poder mismo. No considero que estemos viviendo tiempos de “ismos”, ya estamos en otro momento histórico, lamentablemente con poca congruencia interna en las instituciones políticas, y ahora lo que interesa es ocupar espacios”.

Reconoce que al elector promedio no le queda claro qué representan los candidatos “sobre todo cuando hay una exposición en medios, en espectaculares, en pintas, quedan los candidatos limitados y los niveles de conocimiento no son comparables. A mí se me conoce muchísimo más como rector o ex rector, uno por ciento me conoce por mi nombre. Pero cuando me entrevistan como el ex rector soy ampliamente conocido, porque el ex rector fue ampliamente conocido, un personaje público que asumió posiciones muy críticas del Gobierno y en ese sentido cambian la configuración en términos de preferencias electorales”.

Y aunque el mayor conocimiento que se tiene de Vera Jiménez es por el trabajo a favor de las víctimas de la delincuencia, y en opiniones en cuanto a seguridad pública, no se reduce a este tema su propuesta, de hecho, lamenta la tendencia de los medios y los políticos a aislar los asuntos y encasillar a los problemas de forma departamental, porque si bien la inseguridad es enorme, al grado de que, afirma, una tercera parte de las familias morelenses sienten temor al grado de pensar en irse del estado si tuvieran los medios para hacerlo; el tratamiento a los problemas sebe ser integral. “La inseguridad tiene su caldo de cultivo en la desigualdad, en la corrupción, en la procuración de justicia, pero también en el hacinamiento en que Morelos está por arriba de la media nacional, en las malas políticas de subsidios”, entre otras causas que vuelven necesario un tratamiento integral de muchos problemas.

Uno de los problemas que contribuyen al hacinamiento, advierte, es que no sólo los proyectos de desarrollo y los servicios, sino también los subsidios se concentran en las zonas urbanas, dado el factor clientelar y electorero que tienen estos beneficios; frente a ello propone reorientar el desarrollo urbano, y detonar las economías regionales con proyectos específicos para las zonas Sur Poniente, Suroriente y Norte del estado, a través de un programa de reordenamiento territorial, para detonar un crecimiento económico apegado a las necesidades, la cultura y respetuoso del medio ambiente de cada zona.

También sugiere el fortalecimiento del mercado interno con el rescate de los mercados municipales como centros culturales y de esparcimiento, “que la gente quiera ir a los mercados”. Se pronuncia por la economía solidaria, para lo que se compromete a desarrollar cooperativas comunitarias de producción y de consumo; pero también la apertura de clínicas rurales mediante un proyecto integral de salud que atienda también los problemas asociados al ocio.

En materia de seguridad pública reitera sus propuestas de policías de proximidad, y autonomía del fiscal general del estado; además del fomento a la participación ciudadana en los observatorios para detectar las zonas de peligro y situaciones criminógenas.

Y por supuesto, considera urgente la recomposición del tejido social por la vía del fortalecimiento de las figuras de autoridad, de las normas y los roles. “Hemos visto que en familias en que se da la pérdida o desatención del padre, hay mayores conductas delictivas”, por lo que propone la creación de centros de apoyo a las familias, con gente especialista “que sepan trabajar con las familias”. Porque la disolución de la figura de autoridad paterna, y la crisis de las familias, ha llevado a la sociedad a un estado de “esquizofrenia total”, aunque reconoce que el principal producto cultural que ha descompuesto el sistema no es la familia, sino los partidos políticos, lo que ha llevado a un desastre en la unidad social y al encauzamiento del enojo social en decisiones muy malas en términos democráticos. “No debe sorprendernos, cuando las sociedades están tan desesperadas, no ven la mejor opción; es como el enfermo que harto de los diagnósticos médicos va con el curandero o el médico brujo”.

Alejandro Vera reconoce que el cambio es necesario, pero lo gradualiza. Advierte que el voto por la continuidad del Gobierno sería un desastre para Morelos, y adelanta, de los candidatos a gobernador, cualquiera menos Gayosso; pero también hace una acotación sobre el grado que considera debe tener la transformación cuando se refiere a la posibilidad de que Andrés Manuel López Obrador sea presidente.

“Tenemos un equilibrio de instituciones, que pueden resolver el debate entre crecimiento económico y control de la inflación; es cierto que hay que trabajar en una mayor distribución de la riqueza, pero sería catastrófico dar un vuelco radical”.

El ex rector observa un país y un estado con instituciones que deben fortalecerse para lo que propone un rediseño institucional que las libere de la simulación. Y también anticipa que sus adversarios en la contienda por el Gobierno del Estado son personas respetables que tienen buenos niveles de propuesta, por lo que en caso de ser electo formaría un Gobierno de coalición donde se incluyeran todas las agendas y sobre todo, la reconciliación con la ciudadanía; que se logrará dándole mayor participación a través de contralorías sociales, sistemas de acceso a la información, presupuestos participativos; y de volver a vernos como una comunidad.