Hace año y medio, Juan Barrón fue deportado de Estados Unidos.
Por sus problemas de salud no ha podido encontrar empleo, por lo que recolecta Pet para elaborar juguetes de material reciclado.
En las calles de Cuernavaca, refirió que elabora 15 modelos de juguetes, entre robots, carros y más diseños, los cuales vende en 10 pesos cada uno.
Así, dijo, puede sobrevivir, ya que a pesar de ser adulto mayor no ha podido acceder a programas federales.
Sin embargo, esta forma de sostenerse está en riesgo porque vende en el Centro de Cuernavaca, pero los inspectores retiran al comercio informal por la contingencia sanitaria de coronavirus.