El retoque de canas y raíces capilares, así como las tradicionales mechas, rayos, manicura y pedicura, tendrán que esperar algunas semanas o recurrir a algún establecimiento que ofrezca servicio a domicilio, o una tercera opción, adquirir el tinte en el supermercado y aplicarlo en casa con ayuda de un familiar, lo cual no siempre sale bien.
“Termino con las manos manchadas cuando le pinto el pelo a mi tía; lo mejor es la estética, pero, bueno ahorita tenemos que esperar o hacerlo nosotras para que no se nos vean las canas que, mire, van saliendo poco a poco”, refiere Lorena, una de las cientos de morelenses que lamentan el cierre de estéticas durante la contingencia.
Laura Arellano afirma: “Ahorita no frecuento estéticas por la contingencia; yo creo que me voy a esperar un mes, por lo menos; ahorita lo que haré es despuntarme el cabello yo misma, hacerme el manicure y pedicure en mi casa también”.
Aunque hace dos semanas el Ayuntamiento de Cuernavaca había solicitado que estéticas y barberos bajaran sus cortinas para evitar la propagación del virus, poco hicieron caso y continuaron operando, lo cual no sucedió para esta semana en la que prácticamente cerraron; en algunos casos, los estilistas prefirieron llevarse consigo sus herramientas de trabajo por temor a sufrir algún robo.
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Según el último reporte de Market Data México, en el país son alrededor de 190 mil los establecimientos que ofrecen servicio de salon de belleza y peluquerías, representando millones de pesos en los estados como unidades económicas.
Las estéticas ubicadas en el primer cuadro de la ciudad de Cuernavaca optaron por colocar cartulinas en las que se aprecia la oferta de “servicio a domicilio” para que el “maquíllate” no quede fuera de la agenda.
“Mi estilista sigue abriendo, pero no te voy a decir ni el nombre ni lugar porque son capaces de denunciarla”, confiesa una ciudadana, quien pidió no revelar su nombre.
Paloma Moreno dice que es sumamente importante una estética para una mujer que trabaja, pero que la opción para ella es “pintarlo en mi casa”, acepta mientras se refresca con un raspado de maracuya.
Con un poco de canas a la vista Antonieta dice que su estilista de confianza ya les avisó “que el servicio será a domicilio, lo que más recurro a la estética es a hacerme corte y e algo que sí se puede esperar pero por la chicas que dependen de esta actividad es preocupante”.
Hombres despreocupados expresan que “con tan poco cabello me paso la maquinita y listo no pasa nada”.